domingo, 6 de noviembre de 2011

Nuevo spot del PPSOE


Tal y como se puede ver en su página web el Partido Popular y el Partido Socialista han decidido ir de la mano en las próximas elecciones.

VOTA PPSOE

Ya era hora de que dos partidos con las mismas políticas se unieran para no dividir el voto y confundir a su electorado.


viernes, 14 de octubre de 2011

Socialismo o barbarie

En estos tiempos que corren, hay un concepto que parecía olvidado para muchas personas, y que me parece necesario rescatar, precisamente porque es algo que ha estado presente siempre, aunque permaneciera oculto entre muchas cortinas de humo para evitar que la clase trabajadora actuase en consecuencia. Dicho concepto es el de la lucha de clases, y no lo digo sólo yo o la izquierda marxista, sino que la clase dominante nunca lo ha olvidado, y para muestra de ello hay que recordar las palabras del multimillonario americano Warren Buffet: "Claro que hay lucha de clases. Pero es mi clase, la de los ricos, la que ha empezado. Y vamos ganando" 

Pero, ¿qué es la lucha de clases? Como su propio nombre indica es la lucha entre una clase social y otra, entendiendo que una clase social es un grupo de individuos que se define por una misma categorización de sus formas de relacionarse con los medios materiales de producción (particularmente la forma de obtención de sus rentas). Es decir, las clases sociales son burguesía (o clase dominante, clase capitalista...) y clase trabajadora (o clase obrera).

¿Por qué es inevitable la lucha de clases?

Porque el sistema capitalista en que vivimos funciona de manera que el capitalista tiene empresas en las que la clase trabajadora produce un producto (o servicio), que vale más de lo que la clase trabajadora percibe. Es decir, sin necesidad de trabajar el capitalista espera percibir una ganancia por el trabajo de la clase obrera. Dicha diferencia entre el valor de mercado y lo que percibe la clase trabajadora es la plusvalía. Esta no tiene un valor fijo, sino que el capitalista tratará de apropiarse de ella lo máximo posible y la clase trabajadora intentará que su salario se corresponda con el valor de lo que ha producido y nadie se apropie de dicha plusvalía. Y eso es algo inevitable mientras exista una sociedad en que la propiedad de los medios de producción no esté en manos de los y las trabajadoras.

Las únicas vías para que los medios de producción estén en manos de los y las trabajadoras son:

1) La creación de cooperativas de trabajadores (donde los propietarios son los propios trabajadores y trabajadoras) en lugar de sociedades anónimas.

2) Que el estado se convierta en una democracia dirigida verdaderamente por todos y todas las ciudadanas, de forma que planifique la economía y gestione los medios de producción básicos de la población.

Y esto sólo es compatible con un sistema: el socialismo.



Tú eliges

Estamos a poco más de un mes de las próximas elecciones generales. Y no son unas elecciones más en que el PP y el PSOE se juegan quien manda y el resto a ver cuantos diputados obtienen. Estas elecciones marcarán en qué grado el capitalismo salvaje y los mercados encarnados tanto por el PP como por el PSOE (basta con repasar las votaciones y posturas hacia los recortes puestos en marcha de ambos para ver que están de acuerdo y hacen lo mismo) pueden seguir haciendo de las suyas en contra de los intereses de la ciudadanía. Y aunque nos quieran hacer creer lo contrario, las urnas aún están vacías y somos nosotros y nosotras quienes las llenamos.

Por esta importancia, y porque es un momento de vital importancia para todos y todas, no podemos evadirnos como si no fuera con nosotros. La abstención no es una opción, porque sólo se abstienen quienes no están de acuerdo con el PPSOE, y el efecto que tiene es precisamente que a estas personas no salen en los resultados, no aparecen en las estadísticas. Lo mismo sucede con el voto en blanco o el voto nulo, que precisamente ponen más difícil a los partidos minoritarios, aquellos que luchan contra el bipartidismo, el poder entrar en las instituciones y tener mayor representación. Por todo ello, porque es un momento tan importante, hay que mojarse.

En la calle y en las urnas, ¡TÚ ELIGES!


lunes, 10 de octubre de 2011

Educación Pública



En el último mes, desde que comenzara el curso escolar, se están viviendo innumerables protestas en Madrid y en otros muchos lugares contra la gestión y los recortes que el PP, PSOE y CIU, entre otros, están llevando a cabo en la educación pública. Especialmente sangrante es la actitud del PP con Esperanza Aguirre a la cabeza está teniendo en Madrid, ya que no le vale con recortar, sino que además carga contra los y las profesoras acusándoles de vagas, contra los movimientos ciudadanos y contra todo el que no esté de acuerdo con ella, además de negar los recortes y salir por la tangente acusando de idioteces a todos y todas, o de tomar el pelo a los y las profesoras de infantil y primaria al no haber convocado aún unas oposiciones que debían haberse celebrado en Mayo o Junio y prometió en la campaña electoral autonómica convocar en Septiembre.

Ante esto y lo que ocurre en otras comunidades se han producido y se seguirán produciendo protestas a las que no duda en sumarse el PSOE. Sin embargo, cabe recordar que durante sus gobiernos, el PSOE no ha hecho por luchar contra la privatización de la educación, poniendo por caso que la aprobación y legalización de los colegios concertados tuvo lugar bajo el gobierno de Felipe González (al igual que la ley 15/97 que permite la privatización encubierta de otros servicios como la sanidad, aprobada por Zapatero), y que nunca el PSOE se ha atrevido ni ha tenido la intención de acabar con ello. Del mismo modo, en los presupuestos generales de este año, se produjo una reducción del 7% del presupuesto para educación, así que el PSOE no puede sostener de ninguna manera su oposición a los recortes ni a la privatización de la educación.

Así, desde este blog quiero mostrar mi más absoluto apoyo a profesores, profesoras, padres, madres, alumnos y alumnas que están luchando día tras día por el bien de la educación pública y contra los recortes e intentos de privatización continuos que esta sufre. Del mismo modo, quiero animar a participar en esta lucha a todos y todas las ciudadanas, porque la educación nos influye a todos y todas, y es uno de los pilares básicos en que se debe sustentar una sociedad mejor. Por último en cuanto a este tema se refiere, quiero recordar que el ataque a la educación pública no es una maniobra aislada, sino que responde a un plan de quienes tienen el poder (las clases altas y los poderes financieros y empresariales) para recortar aún más los derechos de la clase trabajadora, y por ello, esta lucha en favor de la educación pública y quienes en ella participan no pueden estar al margen, sino que deben participar y apoyar también otras luchas de la clase trabajadora. Para ello, quiero animar a todas las personas a participar en las manifestaciones que tendrán lugar el 15 de Octubre por una justicia económica, política y social.


Tras todo lo anterior, quiero también en esta entrada sobre la educación, hacerme eco de un debate que surgió en la comisión de juventud y me consta que también en la de educación de la Convocatoria Social Federal celebrada por Izquierda Unida el pasado fin de semana, que contó con la participación libre y abierta a cuantas personas y organizaciones de fuera de la organización quisieron participar y en la que se debatió el programa electoral de Izquierda Unida de cara a las elecciones generales del próximo 20 de Noviembre. Los allí presentes coincidíamos plenamente en la necesidad de que todo el dinero que el Estado dedicase a educación debía ir a la educación pública, eliminando de este modo la educación concertada. Esto parece totalmente normal, ya que parece ilógico que el estado entregue dinero a empresas y entidades privadas mientras la escuela pública sigue sin tener los medios suficientes.

Sin embargo, el debate llegó cuando se dijo que lo que debía hacerse era acabar con la educación formal privada en su totalidad. Ahí hubo posturas divergentes, desde aquellos y aquellas que defendían que mientras no se pagase con dinero público, debía permitirse la escuela privada, otros y otras que defendían que conseguir una educación únicamente pública necesitaría de mucho tiempo y era algo demasiado a largo plazo como para incluirlo en un programa electoral, y quienes defendían la propuesta.

He de decir que no tengo claro de qué medidas y en qué orden habría que tomar exactamente para eliminar la educación privada, por lo que no puedo opinar sobre si este puede o no ser un compromiso electoral para cuatro años. Sin embargo, he de decir que cuanto menos a largo plazo me parece que es por lo que se debe luchar. ¿Por qué?

En primer lugar porque quienes eligen si sus hijos estudian en una escuela pública o privada actualmente son los padres y madres, no los y las niñas, y puesto que esto condiciona enormemente la formación y los valores que una persona recibe desde sus primeros años, considero que no puede apelarse a la libertad individual de los padres y madres de "lavar el cerebro" a sus hijos e hijas, y que todas las personas tienen el derecho a ser educados en una escuela laica y que atiende a su deber de educar y enseñar en lugar de atender a los beneficios que obtiene la empresa que la gestiona. Del mismo modo, considero que para fomentar el respeto, la tolerancia y el conocimiento sobre otras culturas y formas de vida, es necesario el contacto con personas de diferente etnia, cultura, religión y estrato social. Sin embargo, la existencia de una escuela privada que sólo unos pocos pueden pagar lo único que hace es negar el contacto y la interacción entre las personas de distintos estratos socioeconómicos, evitando de este modo promover la tolerancia, el respeto y la conciencia social y crítica.

¿Qué opináis?

miércoles, 21 de septiembre de 2011

El #15M cuatro meses después



Hace ya casi cuatro meses desde que un 15 de Mayo sucediera una movilización y posterior acampada que sorprendió por su magnitud y aceptación a propios y extraños, generando ilusión en gran parte de la población, recelo en algunas personas, y rechazo entre quienes se veían amenazados. Una vez pasado el efecto gaseosa, la resaca electoral y tras unas vacaciones que me han servido para verlo todo desde una cierta distancia, creo que es buen momento para pararse a analizar lo sucedido y lo que está por venir.

Muchos piensan que el 15M no ha conseguido nada porque no ha tumbado al sistema, porque no se han cambiado las leyes y porque, en definitiva, seguimos viviendo en una sociedad injusta que perjudica a la mayoría en beneficio de las élites. Pero los logros de un suceso no se deben analizar en función de las expectativas sino en función de la realidad anterior y posterior del hecho en cuestión, es decir, del impacto que el suceso tiene en la realidad.

¿Y cuál era la realidad? ¿En qué ha cambiado? Pues la realidad dice que antes del 15M no paraba de hablarse de una sociedad española dormida, conformista, que todo le daba igual, y que no se movía por nada. Antes del 15M sólo los frikis de la política eran quienes iban a manifestaciones, quienes se interesaban y se paraban a charlar sobre la actualidad política, el resto de la sociedad decían ser apolíticos y que todo era lo mismo y les daba igual. A día de hoy ydurante estos meses, la política, la lucha contra el sistema y todo aquello que el 15M (y muchos antes que este) abanderaba ha estado en boca de la gente de a pié. El conocimiento sobre los temas es mayor (aunque falta mucho, es cierto), así como el interés, y a la vez ha descendido el rechazo a hablar de temas políticos. Todo esto es algo que ni sindicatos, ni partidos políticos ni movimientos sociales habían sido capaces de lograr con tanta aceptación y apoyo, por lo que hay que valorarlo justamente, y no caigamos en el enorme error de obviarlo o rechazarlo porque es exactamente lo que quieren las élites que manejan el sistema actual y contra quienes decimos luchar.

Dicho esto, las críticas que se le hacen al movimiento desde sectores de la izquierda son varias: unas se refieren a fallos en la organización del movimiento; otras al rechazo del 15M hacia las organizaciones sindicales y políticas transformadoras; otras hablan de la pérdida de fuerza, respaldo y participación del movimiento y que llevará a su fin; y las últimas hacen referencia a la participación de sectores fascistas y de la derecha neoliberal dentro del movimiento.

Todas estas críticas tienen cierta base y puedo entender a quien las expone. Sin embargo, creo que hay que analizar las cosas correctamente para no confundir causas y consecuencias, y actuar de forma constructiva en lugar de destructiva. En primer lugar hay que situarse en la sociedad española de antes del 15M, en la que la mayoría de las personas estaban totalmente aisladas de la política, cansadas de los dos partidos mayoritarios que al final resultaban ser lo mismo, así como de votar programas e ideas electorales que luego se traicionaban una vez tras otra, y saturadas por los medios de desinformación hasta el punto de no poder imaginarse otra opción política fuera del ppsoe, ya que Izquierda Unida era silenciada, repudiada por los medios, perjudicada por la ley electoral y además puso su granito de arena renunciando durante 8 años (del 2000 al 2008) a la lucha contra el sistema, para tratar de integrarse en él ya que en esos años parecía funcionar, algo que lastra hasta el día de hoy en forma de falta de credibilidad. Y por motivos parecidos -los ataques de la derecha del ppsoe y sus medios, y los fallos innegables al olvidarse de la lucha contra el sistema -también los sindicatos eran rechazados por un amplio sector social.

Es en ese escenario cuando surge el 15M, sorprendiendo e ilusionando a partes iguales. Todo el mundo desea participar y las primeras asambleas son multitudinarias tanto en Sol como en los barrios. Entre la izquierda muchos nos ilusionamos pensando que la gente se había convencido de nuestras ideas repentinamente y ya estaba concienciada. Y fue un gran error. Porque obviamos el hecho de que toda esa gente era en su mayoría aquella que anteriormente era apática respecto a la política y detestaba todo lo que tuviera que ver con ella, incluyendo a partidos políticos tradicionales, PP y PSOE, pero también a IU, y a los sindicatos CCOO y UGT. Su mayor motivo para unirse al 15M era su indignación y la ilusión de lo que parecía algo "nuevo".

En ese contexto, ¿es posible convencer a esa gente de que eso "nuevo" en lo que participan es igual o persigue lo mismo que organizaciones ya existentes y que ellas mismas rechazaban? A corto plazo, es inviable, y la única forma de conseguirlo es trabajando de verdad junto a -no por encima o por debajo- estas personas y que lo vean con sus propios ojos en el día a día, sin tratar de convencerles de que han estado equivocadas toda su vida, porque eso es complicado de aceptar para cualquiera. Por lo tanto, las organizaciones tradicionales, sean sindicatos, movimientos sociales o movimientos políticos de izquierdas, no deben luchar por controlar o atraer al movimiento, sino en confluir con él a través del trabajo diario. Porque cualquier otra táctica, por bienintencionada que sea, y aunque parezca más rápida, lo único que hará será aumentar las reticencias y las iras de aquellas personas que están en el movimiento y antes te rechazaban.

Ahondando en la cuestión de como es gran parte de la gente que participó desde un principio en el movimiento, cabe destacar la crítica que se hace acerca de la inclusión en el movimiento de organizaciones fascistas y neoliberales. Y mi pregunta es, ¿a alguien le sorprende? Como hemos dicho, ha sido un movimiento que ha atraído a gente que estaba desconectada de la política, y que algunos tenían una base previa, pero otros muchos no, no nos puede sorprender la existencia por un lado de organizaciones que intentan ver si pescan algo entre el movimiento y ganan fuerza o conducen el movimiento hacia sus idea, y por otro lado de sectores que quieran cargarse el movimiento desde dentro. No nos puede sorprender a la gente de izquierdas que nos creemos el movimiento verdaderamente, y muy lejos de hacer que esto nos desanime, debe suponer un plus de motivación para que todos esos oportunistas y aprovechados no ganen una batalla que por discurso e ideas no ganarían nunca.

Ante todo este panorama, con organizaciones de la derecha intentando manejar el movimiento a su antojo o destruirlo, y la existencia de mucha gente en el movimiento para los cuales es la primera experiencia en un movimiento social, ¿no es lógico que surjan problemas de organización? Es lógico y normal, y será a base de errores y remedios como el movimiento se ha ido e irá organizándose cada día mejor y mejor, pero no se puede criticar a nadie por hacer mal lo que nunca ha hecho, sino que se le debe ayudar y animar a realizarlo mejor la segunda vez, siempre desde dentro, currando y sabiendo que todo lleva su tiempo, sin creerse más ni menos que nadie.

Por último, las críticas, no sólo desde la izquierda, sino también desde dentro del movimiento como ocurre en la Asamblea Popular de Fuenlabrada, van en el sentido de señalar la disminución en la participación y en la asistencia de la gente. Es lo más normal. ¿Por qué? Porque al principio era algo ilusionante y que parecía que iba a cambiar el país en dos días, con el tiempo la gente vio que no era así y que sería a largo plazo, currando cada día y que sería duro. Es entonces cuando la gente, porque no está aún totalmente concienciada de la importancia y de lo que se puede llegar a lograr, va perdiendo interés, y se quedan únicamente los más interesados. Pero para animar, quiero hacer una pregunta, ¿qué organización está en posición de juntar 4 de los 5 días laborables de la semana durante todo el verano en Madrid a más de 10 personas cada día? ¿qué movimiento social puede hacer reuniones los fines de semana a las que acudan como mínimo 50 personas en Fuenlabrada? Es cierto que la participación ha bajado y habrá que conseguir que suba, pero aún así el 15M tiene mayor poder de convocatoria estable que muchos otros movimientos de mayor trayectoria y posibilidades económicas, y eso, también hay que valorarlo.

Y tras todo esto, sólo me queda decir que dejemos a un lado las diferencias y trabajemos por derrotar al capital y las élites dirigentes, que es lo que nos une.

jueves, 23 de junio de 2011

Llave o Alternativa

Iba a hacer una entrada sobre todo el culebrón que parece que se ha montado en Extremadura con el tema del nombramiento del nuevo presidente, pero me he dado cuenta de que es mucho más fácil si simplemente recomiendo la lectura de la entrada del blog "Escritos desde Suburbia", escrito por un compañero con el que estoy totalmente de acuerdo. Partiendo de dicho texto, quiero hacer hincapié en algunos temas, sacar alguna que otra conclusión o reflexión adicional.

En primer lugar, quiero recalcar que es rotundamente falso que IU haya pactado con el PP en Extremadura, o que el PP gobierne gracias a IU. IU Extremadura no va a votar al candidato del PP, por lo que no puede ser su responsabilidad que el PP gobierne. La responsabilidad de que gobierne el PP en Extremadura es de la gente que ha votado al PP, y también del gobierno del PSOE en Extremadura y en el conjunto del estado, que ha perdido la confianza de quienes antes eran sus votantes. Responsabilizar a IU del gobierno del PP sería lo mismo que responsabilizar a quién votó a alguno de los partidos que no obtuvieron representación por no haber votado al PSOE.

Por otra parte, tampoco es cierto que IU se negase a votar al PSOE, de hecho en muchos medios de comunicación se hicieron eco de las doce cosas que pedían para apoyar su investidura:


No parece algo descabellado ni descartable para un partido de izquierdas, sin embargo, el PSOE lo rechaza, porque el señor Vara tenía muy claro que no quería nada con IU. En esas circunstancias, y tras más de 28 años con el PSOE en el poder, realizando y apoyando contínuamente medidas de derechas siendo pactadas con el PP, la realidad es que IU Extremadura no puede considerar al PSOE de Extremadura un partido de izquierdas, y ante eso, ante la decisión de votar derecha o derecha, IU opta por abstenerse, porque de lo contrario, IU sería responsable de las políticas de derechas y el caciquismo del gobierno extremeño. Se puede estar de acuerdo o no con la decisión, pero nadie puede decir que es una decisión caprichosa o carente de argumentos.

Sin embargo, ante esta decisión, hay dos críticas principales además de que permita gobernar al PP: que es contraria a una resolución federal y que perjudica a IU porque en los medios vuelve a salir el tema de la pinza, como en la época de Anguita.

En cuanto al segundo argumento, creo que si Izquierda Unida quiere ser una alternativa para cambiar el sistema político actual, no puede depender de los medios que sustentan el sistema, entre otras cosas porque para que esos medios pudieran llegar a apoyar o no atacar a IU, esta debería dejar de querer cambiar el sistema. Mientras tanto, Izquierda Unida no podrá contar nunca con los medios de comunicación favorables al sistema. ¿O acaso es casualidad que cuanto peor le va al PSOE e Izquierda Unida más sube en las encuestas, es cuando empieza a aparecer en la prensa todo lo referente a la pinza? Ocurrió en el final de la época de Anguita con un PSOE hundido, y ocurre ahora con un PSOE aún peor que entonces. Además, bajo mi punto de vista, si algún votante de IU se siente decepcionado porque IU no apoya al PSOE en Extremadura, no es ni más ni menos que porque no está acostumbrado a ello. E igualmente, durante mucho tiempo, a IU se le ha acusado de seguidismo al PSOE, y se le ha acusado por ello, ¿por qué? Porque siempre se buscará alguna razón para criticar a IU, y en vez de perder nuestras energías en intentar hacer cosas para que no nos ataquen, deberíamos empezar a defendernos y a explicarnos, si no se puede en prensa deberemos salir a la calle e ir haciéndolo puerta a puerta.

Por lo que se refiere al tema de la resolución federal, pueden tener razón aquellos que dicen que IU Extremadura no debía haberla incumplido. Sin embargo, yo soy de la opinión de que aquella resolución fue un error, lo dije antes de esto y lo mantengo ahora. Fue un error porque fue una resolución que en la práctica obliga a apoyar al PSOE sí o sí en casi todos los lugares en que el PP no ha obtenido mayoría absoluta, independientemente de la política y las circunstancias. Y es que yo tengo claro que si tengo que elegir entre el PSOE o el PP para que me gobierne, suelo preferir al PSOE. Sin embargo, entre un PP o un PSOE cuyo candidato se sabe que es corrupto, ¿tendríamos que votar al corrupto? Creo que no. Además, si el PSOE sabe que pase lo que pase IU le va a apoyar, ¿qué capacidad de influencia y negociación le queda a IU? Bajo mi punto de vista, se puede aseverar que en ningún caso se votará a favor de candidatos del PP, pero no se puede asegurar que siempre se votará a favor del PSOE, porque el PSOE es distinto en cada lugar, y por ello no se le puede tratar de la misma manera en todos los sitios.

En resumen, considero que IU debe darse cuenta de que su papel no debe ser apoyar para que el PSOE se mantenga a flote haga lo que haga y conformarse con las migajas que le de. Izquierda Unida debe dejar de considerarse a sí misma una simple llave que el PSOE necesita en ocasiones para formar gobierno, y empezar a creerse una alternativa seria e independiente de la opinión que viertan los medios de comunicación, si no se hace, IU no pasará de ser una fuerza minoritaria incapaz de hacer frente al bipartidismo actual.

Actualización: Actualizo para comentar una cosa que se me había quedado en el tintero, y he recordado al leer una entrada del blog "Quien mucho abarca". La realidad es que la única pinza posible es la de PSOE y PP, ya que lo más probable es que IU vote en contra de la investidura del PP, y sea el PSOE quien se abstenga o vote a favor. Es decir, IU está en contra de las políticas del PPSOE en Extremadura, y sin embargo, el bipartidismo está de acuerdo entre ellos, sólo se pelean por quien ostenta el cargo de presidente, lo demás da igual, y esa no es ni debe ser la pelea de una fuerza transformadora como IU.

jueves, 19 de mayo de 2011

Spanish Revolution


¿Qué está pasando? ¿Por qué de repente, cuando la sociedad parecía muerta, miles de personas se echan a la calle en toda España?

Lo primero que tengo que decir, es que la sociedad no estaba tan muerta, la gente se quejaba en los bares, se quejaba con sus amigos, se montaban manifestaciones y protestas, ya sea por parte de fuerzas políticas como IU o por parte de plataformas o asociaciones como Juventud Sin Futuro. Sin embargo, la cobertura y apoyo mediático de todo esto era nulo, apenas se mencionaba y cuando se hacía era para quitarle importancia, decir que poca gente iba a apoyarlo y que de poco iba a servir, y tras haberse celebrado, se mentía descaradamente con las cifras de asistentes, diciendo que había 600 o 700 personas en manifestaciones con más de cinco mil asistentes. Es decir, desde los medios, se transmitía esa sensación de que la sociedad estaba muerta y que no se podía hacer nada, y todas las personas acabamos creyendo que eso era así.

Sin embargo, la plataforma Democracia Real Ya ha sabido llegar a la gente, sin decir nada nuevo, sin inventar la pólvora, ha sabido transmitirlo sin caer en sectarismos, sin cerrarse en sus ideas, sin hacer que nadie se sintiera desplazado a la hora de participar. Y así llegó la manifestación del 15 de Mayo. En Madrid fue multitudinaria, enorme, muchísimo más de lo esperado. Los medios españoles ni siquiera acudieron a cubrirla y eso ya cantó demasiado. La indignación fue mayúscula al ver que silenciaban a decenas de miles de manifestantes en Madrid, y otros tantos en decenas de ciudades españolas. Pero es que además, cuando salió algo, fue para hablar de incidentes o desórdenes habidos en una de las manifestaciones más pacíficas que pueda llegar a verse. La actuación de la policía política, además, contribuyó a aumentar la indignación, hubo palos injustificados, hubo actuaciones dignas de criminales y se quiso dar miedo para que eso no volviera a suceder, como pasa siempre.

Pero esta vez, alguien decidió que ya bastaba, que él no se iba, que se quedaba ahí en Sol hasta que le hicieran caso. Y muchos le siguieron. Y al día siguiente fuimos más. Nos desalojaron, pero ya era tarde, ya estábamos convencidos y convencidas de que teníamos razón y vamos a luchar por ella. Volvieron horas después y fueron aún más, y seguiremos siendo cada vez más y más. Porque no estábamos muertos, simplemente nos habían cebado a tranquilizantes. Pero ahora, ahora hemos despertado y...

LO QUEREMOS TODO, LO QUEREMOS AHORA

Porque es importante saber que hay alternativa, que la democracia no es ir a votar cada cuatro años, la democracia es que los gobernantes escuchen al pueblo, que las decisiones las tomen en función de lo que la sociedad necesita y no de lo que los mercados y banqueros requieren para seguir pagándoles las campañas electorales al PSOE y al PP. La lucha se ha desatado, y es dura, pero es aún más necesaria. Los que mandan tienen miedo de nosotras y tratarán de desalentarnos, nos golpearán y nos ningunearán, pero hay que resistir, porque ninguna lucha en la historia se ganó sin sufrimiento, porque sabemos que tenemos la razón, y porque no lo hacemos por nosotros mismos sino por el conjunto de las personas.

ÚNETE A LA ACAMPADA EN SOL

ÚNETE A LAS ACAMPADAS DE OTROS LUGARES

ÚNETE A QUIENES QUIEREN QUE TODO CAMBIE

ÚNETE A LA "SPANISH REVOLUTION"

martes, 19 de abril de 2011

Mujeres objeto


Leí el otro día una noticia acerca de que la Federación Mundial de Bádminton va a obligar, en todos los torneos que organice, a llevar falda a todas las mujeres para "asegurar una atractiva presentación" de este deporte. Aunque pueda parecer una tontería, porque de hecho muchas de las jugadoras ya suelen llevar falda, la realidad es que para mí se trata de un hecho importante que además no es sino un reflejo del trato que se da a la mujer en nuestra sociedad.

Este hecho no es sino otro intento de popularizar el deporte femenino, pero no a través de la belleza o lo atractivo del deporte en sí, sino utilizando a la mujer como objeto de reclamo para el público masculino, por eso se exige que la vestimenta sea atractiva a ojos del público masculino y atraer a este para que se acerque a ver el culo y la sensual vestimenta de las chicas.

Esto no es algo nuevo en el deporte. De hecho, si cogemos como ejemplo uno de los deportes que más "igualdad" de seguimiento mediático e ingresos puede tener en su versión masculina y femenina, como es el tenis, podemos extraer diversas conclusiones. Si se pregunta a gente que no conozca demasiado el tenis, es casi seguro que como tenistas conozca sobre todo a Federer y Nadal, los dos mejores de los últimos años. Sin embargo, si se les pregunta a las mismas personas sobre tenistas chicas que conozcan, las más conocidas sean María Sharapova o Ana Kournikova, que sin entrar a valorar su carrera no son en ningún caso las mejores de los últimos años, y prácticamente nadie conozca a Justine Henin o Caroline Wozniacki, la actual número 1 del mundo. Esto es debido al buen físico de las dos primeras, que ha sido explotado una vez tras otra por diversas marcas comerciales y medios de comunicación, mientras otras muchas tenistas, de mayor nivel que ellas eran ignoradas e invisibilizadas en los medios de comunicación. Del mismo modo, es frecuente que en los medios de comunicación se preste más atención a la vestimenta de las jugadoras durante los torneos que a su juego, lo que no es sino el reflejo de una sociedad claramente machista que sólo entiende a la mujer como un objeto bonito del que presumir, en lugar de como personas que hay que valorar por sus actos y su capacidad de hacer en la sociedad.

Ante todo esto, siempre he echado de menos que se potencie desde los medios de comunicación deportivos más el deporte femenino y menos la mujer como objeto. La respuesta suele ser que el deporte femenino no interesa. Y yo respondo que en esta sociedad sólo interesa aquello a lo que se le da cobertura mediática. Un ejemplo de ello es la Fórmula 1 en España, que en los años 90 era desconocida para todo el mundo, y llegado un momento se empezó a seguir por los medios de comunicación y a "vender" en nuestro país, hasta llegar a ser uno de los deportes con más seguimiento, superando incluso al motociclismo que siempre había tenido infinidad de fans en España. ¿Qué pasaría si el deporte femenino llenase las mismas páginas de los periódicos que el masculino? Aseguro que el interés por el deporte femenino crecería hasta límites insospechados.

Pero no se hace ni se hará, porque en el sistema actual interesa tener a la mujer como objeto y no como "competencia" de los hombres para tener reconocimiento y poder. Interesa visibilizar a la mujer como un objeto bello y atractivo, porque lo bello y atractivo transmite a la vez que debe ser cuidado porque esa belleza que lo hace valioso puede ser frágil y débil. Esto fomenta un sistema en que el hombre debe cuidar a la mujer, y para cuidarla debe ordenar, mandar y evitarla el trabajo costoso, es decir, debe hacerla dependiente de él. Se educa en esto desde muchos ámbitos, y por ello, las mujeres aún a día de hoy, siguen estando gravemente discriminadas en las sociedades occidentales.

domingo, 17 de abril de 2011

Sociedad enferma

Cada vez estoy más convencido de que vivimos en una sociedad enferma, y a la que de algún modo hay que curar. ¿Por qué? Porque parecemos inmunes a los escándalos, porque actos que resultan bochornosos ante cualquiera que los observe, aquí se convierten en rutinas, donde son pocos quienes protestan, muchos quienes lo observan con resignación y hay incluso quien osa defenderlos. Tenemos numerosos ejemplos de todo esto, pero en los últimos días se dan varios que son dignos de resaltarse.

En primer lugar, se debe hablar de un hecho lamentable como es que en los tiempos de crisis y paro que existen, una empresa como Telefónica (Movistar) decida echar a la calle al 20% de su plantilla a pesar de tener grandes beneficios cada trimestre y, por si fuera poco, tienen el morro de incrementar en muchos millones de euros los incentivos para sus directivos. Y resulta que aquí casi nadie dice nada, como estamos en crisis parece que todo vale y que es lo normal. Sólo un partido político ha dicho algo, y es que Cayo Lara, coordinador general de IU, ya ha hablado de la necesidad de nacionalizar la empresa de telefonía. Y me parece lo más razonable, porque es algo que ya prevé la Constitución y está claro que con actuaciones como esta, Telefónica demuestra que lo privado no es mejor que lo público, salvo para unos pocos.

En segundo lugar, me parece alarmante la decisión tomada con respecto a la "procesión atea" que había convocada para el día 20 de Abril. No sólo no se permite la celebración de la misma, que ya me explicarán a mi el porqué, sino que encima se acusa a los convocantes de ¡terrorismo y genocidio! Sí, sí, han leído bien, porque en este país que año tras año aprueba y permite la realización de manifestaciones fascistas, racistas y xenófobas como las convocadas por DN o en el aniversario de la muerte del criminal Franco, ahora resulta que está mal intentar realizar una procesión atea.

Pero al margen de estos casos, hay muchos más con los que echarse las manos a la cabeza, como el hecho de que se invada Libia para echar a Gadafi cuando hace dos días se le estaba invitando a Madrid para entregarle las llaves de la ciudad, o cuando las armas que usa han sido vendidas por quienes ahora le invaden, dándose además la circunstancia de que todas las intervenciones hechas por la OTAN en los últimos veinte años han sido en lugares donde había importantes yacimientos de petróleo o gas.

Y claro, a todo esto no se le presta la debida atención porque lo realmente importante y que puede cambiar el destino del mundo sigue estando ahí. Y es que, ¿quién necesita preocuparse por la libertad de expresión, la crisis o la muerte de miles de personas cuando tenemos aún otros tres Real Madrid - Barça pendientes de disputarse?

viernes, 15 de abril de 2011

Una de música



Saliéndome un poco de la línea habitual del blog, voy a poner un poco de música de la que me gusta y con cierto mensaje reivindicativo o revolucionario, depende del caso. Además de escuchar lo que ponga, espero que se llene de comentarios con enlaces a otras muchas canciones. Iré editando la entrada con las que más me gusten, y para cuando tenga arreglado el Clio prometo hacerme un CD con las aportaciones de todos y todas.

Antes de nada, quiero decir que en primer lugar pondría dos canciones como son "La Internacional" y "Korsakov", pero como ya están colgadas en la parte derecha del blog, creo que no hace falta duplicar.

"A galopar" - Paco Ibáñez



"Canto a la libertad" - Labordeta



"¡Que vuelva la URSS!" - FRAC




"Como el viento de poniente" - Marea y Reincidentes


"Bella Ciao" - Banda Bassotti


"Vándalo" - Ska-p


"Ellos dicen mierda" - La Polla Records


"Cualquier día" - Piperrak


"Piedra contra tijera" - Soziedad Alkoholika


"Ska-lashnikov" - Boikot


"Dios salve al Rey" - Los Muertos de Cristo


"Killing in the name" - Rage Against the Machine


"Trabajador@s" - Los chikos del maiz

jueves, 14 de abril de 2011

A por la Tercera


No entiendo el debate entre República o monarquía.
Vivimos en una “supuesta” democracia, en la que se supone que los y las ciudadanas podemos elegir a aquellas personas que nos gobiernan y la mayoría aceptamos que eso es mejor que cuando los gobernantes eran impuestos. Entonces, ¿por qué una parte de la sociedad niega que deba ocurrir lo mismo en lo referente al jefe del estado?
Del mismo modo, tenemos una constitución que dice que todas las personas son iguales ante la ley, y la mayoría aceptamos que todas las personas deben tener los mismos derechos y deberes. Entonces, ¿por qué aceptamos que haya una persona, o mejor dicho, una familia que sea la excepción y tenga superioridad por ley a todas las demás?
No voy a entrar en el debate económico sobre los gastos que produce la corona al conjunto de los españoles, aunque el caso me parece sonrojante. Del mismo modo, tampoco entraré a valorar el hecho de que el mérito para acceder al trono por parte del rey no fuera más que tener la bendición de Franco. Y por último, no me pelearé por el hecho de que el único argumento a favor de que el rey y sus sucesores se mantengan en el trono por los siglos de los siglos es que trabajó un 23 de Febrero y debemos estarle agradecidas y agradecidos.
No hace falta entrar en todo eso, porque la realidad del debate se centra en si reconocemos que todas las personas debemos tener los mismos deberes y las mismas obligaciones, entre ellas debe estar el derecho a poder ser elegidas como jefes o jefas del estado, así como la libertad de poder tomar parte en la decisión de a quién se elige. De hecho, aunque se esté de acuerdo con la supuesta “gran labor” que hace Juan Carlos I como jefe del estado, o en que el mejor sustituto suyo sea su hijo, nada les impediría presentarse a unas futuras elecciones a la presidencia de la República, y nada impediría a todas y todos sus seguidores votarles. E indiscutiblemente, nadie puede argumentar a favor de que los hijos de Felipe, sus nietos y demás sucesores vayan a ser los y las mejores preparadas, porque aún no tienen ni uso de razón.
Sin embargo, profundizando en el debate, de lo que uno se da cuenta, es de que el miedo real que existe es a que al revisarse nuestra constitución, hecha en un momento donde se partía de la inexistencia de democracia y con la espada sobre las cabezas de los que apostaban por ella y que temían perder sus esperanzas de acabar con el régimen fascista si tensaban demasiado la cuerda, se revisen también otros apartados con el fin de profundizar en el sistema democrático, acabando de este modo, entre otras cosas, con las ventajas que el sistema electoral brinda a los dos partidos mayoritarios.
Porque la II República fue la mayor experiencia democrática de la que ha gozado España y seguirá siéndolo aunque me pese por bastante tiempo aún. Pero está en nuestras manos el luchar por una democracia mejor de la que tenemos, por una democracia real, en la que el voto de todos y todas las ciudadanas se tenga en cuenta por igual y donde nadie sea más que nadie, y acabemos de una vez por todas con privilegios e instituciones de la época feudal.
Por todo esto y mucho más:
¡VIVA LA REPÚBLICA Y A POR LA TERCERA!

martes, 12 de abril de 2011

Competencia perfecta

En esta entrada voy a analizar una de las bases en que se fundamenta la economía capitalista, de libre mercado y defendida actualmente por las tesis neoliberales. Una de estas bases teóricas es la libre competencia, que en su grado máximo llevaría a una situación de competencia perfecta.

¿Por qué se caracteriza la competencia perfecta? Las características son básicamente las siguientes: existen infinidad de vendedores y compradores; los productos que ofertan los vendedores tienen características similares; no existen barreras a la entrada o salida del mercado (es decir, cualquiera puede poner una empresa sin costes previos y cualquier empresa puede cerrar cuando lo crea conveniente); los consumidores tienen información perfecta y gratuita sobre las características y precios de los productos.

Sobra decir que estas características no se pueden llegar a cumplir nunca, para empezar porque para montar una empresa siempre se va a tener barreras a la entrada (el coste de constituirla, de comprar las materias primas, el local, la publicidad necesaria...), los consumidores no tienen imformación accesible y gratuita sobre todos los productos y precios...

Pero eso no es lo importante, porque lo que quiero mostrar es que incluso cumpliéndose los principios de competencia perfecta, sus conclusiones y sus supuestos beneficios son totalmente falsos.

¿Qué conlleva la existencia de competencia perfecta? Según la teoría económica capitalista, la competencia perfecta lleva a que los precios se determinen según la ley de la oferta y la demanda sin que ningún vendedor tenga poder para subir el precio, ya que eso determinaría que nadie comprase su producto. De este modo, en aquellos sectores que tuvieran beneficios, al no existir barreras a la entrada, cualquiera podría entrar a vender dichos productos y el precio, al incrementarse la demanda, bajaría. Esto produciría que al final, el precio en que se estabilizaría, sería aquel en el que el beneficio fuera cero, ya que entonces no habría nuevos vendedores dispuestos a entrar en el mercado. Es decir, según la economía capitalista, la competencia perfecta lleva a que las empresas productoras no tengan beneficios y vendan sus productos sólo por lo que les cuesta producirlos.

Sin embargo, esta teoría obvia algo que es de vital interés: NADIE pone una empresa para no ganar dinero. Es decir, el precio al que cualquier empresa venderá sus productos será aquel que cubra costes y le produzca al menos el beneficio esperado. Incluso aceptando que el precio pudiera bajar hasta equipararse al de beneficio cero para el productor, esto supondría o bien la salida del mercado de la mayoría de las empresas, con lo que la oferta se reduciría drásticamente y las empresas supervivientes podrían elevar el precio cuanto quisieran, o bien que las empresas que operen en el mercado lleguen a acuerdos para no bajar el precio por debajo de un límite, ya que si no lo hacen su beneficio se acabaría.

Aclarado esto, cabe preguntarse como es la competencia perfecta aplicada al mercado de trabajo. Esta competencia llevaría a que todos y todas las trabajadoras deban competir entre sí para obtener un puesto de trabajo por el mínimo sueldo posible para garantizar su propia supervivencia. En el mercado de trabajo además se dan la mayoría de condiciones de la competencia perfecta, o al menos en mucha mayor medida que en los mercados de bienes y servicios, ya que existen numerosos y numerosas vendedoras (trabajadores/as), no hay en principio barreras a la entrada (no hay que pagar para empezar a trabajar), las empresas (consumidoras de fuerza de trabajo) disponen de información sobre los productos (a través de currículums, entrevistas de trabajo, pruebas de selección, o del período de prueba de 15 días), y además cuanto menos especializado es el trabajo, más homogéneas son las características de los y las trabajadoras. En esta situación, según la teoría de la competencia perfecta, se da inevitablemente la situación de que el precio de la mano de obra baja hasta los niveles mínimos posibles que garanticen la supervivencia de quienes trabajan.

Ante este panorama, sólo se puede concluir que las supuestas ventajas de la competencia perfecta del sistema capitalista, se aplican casi en exclusividad al mercado de trabajo, con lo que aquello que en teoría suponía unas ventajas del consumidor en contra del vendedor, se convierte en ventajas para las empresas en detrimento de los y las trabajadoras. Por ello, se hace necesario que el estado regule la economía y el mercado de trabajo, así como que los trabajadores lleguen a acuerdos al igual que lo hacen las empresas, ya que es el único medio para asegurar que el precio de la mano de obra no bajará por debajo de unos límites.

miércoles, 6 de abril de 2011

Comando Fuenla


Desde que estaba en el instituto, siempre he estado interesado en cambiar la sociedad. Siempre he visto que vivía en un mundo que no acababa de encajar conmigo. Algo me decía que las cosas no iban bien, la injusticia se palpaba en cualquier sitio, el egoísmo estaba y se incentivaba desde todos los ámbitos aunque no se dijera. En la familia nos dicen, tú preocúpate de tus cosas y no te metas en líos de otros, no seas tonto. Los amigos y amigas nos dicen, eres tan bueno que pareces tonto, no hagas tanto por los demás. Y en la escuela, allí donde deberían educarnos y enseñar unos valores, se nos incita a ser mejores que nuestros compañeros y compañeras, a no ayudarnos porque el de al lado se aprovechará de nuestro trabajo, a competir en lugar de colaborar.

Tardé tiempo en encontrar un espacio en que no todo era así. Conocí el mundo asociativo y vi que había gente que estaba dispuesta a dejarse los cuernos por los demás a cambio de nada. Personas que luchaban por aquello en lo que creían. A partir de eso, mi forma de ver las cosas fue cambiando poco a poco, casi sin darme cuenta, todo fue tomando forma y supe qué quería.

Quería cambiar el mundo. Pero no tardé en darme cuenta que para cambiar el mundo hace falta cambiar a quienes mandan o, al menos, a quienes deberían tomar las decisiones. Y para ello, había que participar en la política. Porque la política determina muchísimas cosas. La política determina si tenemos que pagar o no por ir al médico, que el colegio de nuestras hijas sea mejor o peor, que en nuestro barrio tengamos espacios para el ocio que queremos, o que cuando lleguemos a cierta edad podamos o no jubilarnos dignamente. La política lo determina todo, y si no me gustaba la política que se llevaba a cabo, debía luchar por cambiarla.

Tuve una primera desilusión donde no encontré aquello que estaba buscando, no encontré gente como yo, idealista y dispuesta a luchar, sino que encontré personas que aspiraban a tener empleo fijo afiliándose a un partido político. Aquello me hizo abandonar por un tiempo y creer que estaba equivocado, que no era posible cambiar nada.

Y eso pensé hasta que un día, saliendo de fiesta, me encontré con alguien a quien había conocido mientras participaba en mi primera, frustrada, breve y decepcionante aventura política. Nos saludamos, le pregunté que tal le iba y al saber que seguía participando como cuando le había conocido, a pesar de estar casi solo en su lucha, sentí curiosidad por saber cómo lo hacía y si podría ayudarle en algo. Así lo hice.

Cuando entré éramos sólo cinco personas activas en el grupo de Jóvenes de IU Fuenlabrada. Y aún así se hacía mucho más que entre las muchas personas que había en mi primera experiencia política. Se notaban ganas, interés, ideas, y sólo la falta de manos ponía el límite. Desde entonces, poco a poco, hemos ido creciendo, hemos multiplicado nuestro número por más de tres en un año y medio, y queremos ser más, porque para cambiar el mundo hacemos falta muchos. Ha entrado gente nueva, hemos logrado que colabore gente que dejó de participar tiempo atrás, pero sobre todo, las ganas de cambiar las cosas, luchar y concienciar están más vivas que nunca, a pesar de que nos duelan los pies de zancadillas, a pesar de que nos duela la cara de las ostias que nos llevamos, a pesar de todo, cuanto más difícil nos lo ponen, más ganas tenemos.

Porque sabemos el porqué de esas dificultades, que es el miedo a que seamos capaces de transmitir nuestras ideas, de llegar a más gente, de convencer trabajando, porque hay quien sabe que entonces no podrá mantener su privilegiada posición y deberá dejar su asiento o ponerse a trabajar con y para los demás, y eso no interesa. Pero todos y todas nosotras sabemos que poco a poco, trabajando y luchando seremos capaces de cambiarlo todo, no para coger el mando, sino para que exista una verdadera democracia real en la que todos y todas podamos participar en igualdad.

Por ello, porque me han hecho creer en la política de nuevo y saber que hay gente que cree en lo que hace, y hace lo que dice, quiero agradecer en esta entrada la labor de todas y cada una de las personas que participan activamente en Jóvenes de IU Fuenlabrada, o lo que es lo mismo, al "Comando Fuenla". Pero muy especialmente quiero agradecer su labor a las dos personas que encontré la primera vez que fui a participar y no han traicionado lo que decían entonces. Gracias a Bea, porque da todo lo que tiene y más por quien haga falta y porque trata de mejorar día a día. Y por supuesto, gracias a Juan Carlos, porque es alguien a quien admiro y de quien he aprendido muchísimo, y que sin saberlo, hoy me ha demostrado muchas cosas que ya pensaba de él.

Al resto del Comando Fuenla, sólo os digo que sois ya imprescindibles, todos y todas, así que: Raquel, Luis, Aitor, Bob, Carmen, Alejandro, Alfredo, Jorge, Dani y alguno más que seguro que se me olvida, gracias por estar ahí y demostrarme que no estoy sólo, luchando a cambio sólo de defender unas ideas. Y a quien lea esto, le animo a que se una a este grupo, o a otros que hay en muchos lugares, y que participe y luche por aquello en lo que cree. Porque la única batalla que se pierde es la que no se libra.


Libertad

La libertad es uno de los valores fundamentales de los que dice defender el neoliberalismo, que no es sino una vuelta al capitalismo en su versión más pura. Se habla de libertad económica, libre mercado, libre comercio, contratos libres…
Según la visión capitalista, un acuerdo libre se produce cuando dos personas llegan libremente a intercambiar una cosa por otra, y por ello se defiende que el estado no debe poner normas a esos intercambios, hablando de flexibilidad del mercado cuando en realidad piden la eliminación de las normas que lo regulan.
Ahora bien, supongamos una sociedad con dos personas, una de las cuales es propietaria de todos los medios de producción, tierras, materias primas y alimentos, y la segunda persona posee, tan sólo, su fuerza de trabajo. La segunda persona tendrá que trabajar para la primera, ya que de lo contrario no tendrá posibilidad de acceder a nada, ni siquiera a los alimentos. Por otra parte, a la primera persona le vendrá bien la ayuda de la segunda, y querrá que le ayude, pero en caso de no ser ayudado no le supondrá un grave problema ya que en principio tiene acceso a alimentos y otros bienes materiales que le pertenecen. En principio cada uno intentará salir lo más beneficiado posible. Sin embargo, ¿qué pasará si no llegan a un acuerdo? La primera persona no obtendrá los beneficios de tener la ayuda de la segunda, pero esta probablemente morirá de hambre. Ante tal panorama, parece claro que la más obligada a llegar un acuerdo será la segunda, y que en última instancia, aceptará trabajar cuanto tiempo haga falta a cambio del alimento mínimo indispensable para no morir de hambre.
¿Es esto justo? ¿Sería ese acuerdo un acuerdo libre? Bajo mi punto de vista, dicho acuerdo es como si alguien estuviera poniendo una pistola en la cabeza a la segunda persona para que aceptase el trato, y para que haya un acuerdo libre no debe de haber coacción.
Habrá quien piense que esta es una situación ficticia, que no existe en la realidad. Pero sólo hay que ponerse a pensar en todas esas familias que existen en cualquier sitio, en que todos sus integrantes están en situación de desempleo y no disponen de ningún ingreso. ¿No se parece la situación a la de la segunda persona del ejemplo? Añádanle además que en la realidad, esas personas no sólo tienen que comer ellas, sino que tienen que llevarles comida a sus hijas e hijos, y en una amplia mayoría tienen aún que pagar la hipoteca de su piso. La realidad muchas veces supera a la ficción, ¿no se ven estas personas obligadas a aceptar cualquier trabajo, a cualquier precio, con tal de llevar algo de comer a su boca y a la de su familia? Y es por eso que se hace necesaria la regulación del salario mínimo, la prestación por desempleo, la indemnización por despido o la limitación de la jornada laboral máxima, para evitar la explotación de aquellas personas que se ven obligadas a aceptar cualquier trabajo por sus penosas circunstancias económicas.
Pero no es suficiente con eso, porque para que exista libertad es imprescindible tener las necesidades básicas cubiertas, porque de lo contrario siempre existirá coacción ante la posibilidad de no tener qué comer o donde dormir. Y por ello, desde aquí reclamo la necesidad de sumar a otros servicios básicos casi universalmente cubiertos en nuestro país, como son la educación o la sanidad, la necesidad de implantar una renta mínima básica y universal, que garantice el acceso a manutención y alojamiento a todas las personas. Y mientras eso no esté cubierto, nadie podrá hablar de libertad y acuerdos libres entre aquellos que poseen los medios de producción y quienes no tienen más que su fuerza de trabajo.
Sé cuál es la siguiente pregunta, y todo esto, ¿cómo se paga? La solución es sencilla, el estado deberá implantarlo y el dinero se obtendrá en el momento en que se lleve a cabo una reforma fiscal progresiva, donde pague más el que más tiene y no el que más trabaja, y donde las rentas del capital no tributen menos, sino más, que las rentas de la clase trabajadora. Porque la labor del estado no es beneficiar o contentar a los poderosos y las grandes empresas como se nos vende día tras día, sino garantizar el mejor nivel de vida posible al conjunto de la ciudadanía.
Y por eso mismo, por la misma naturaleza del estado, debe intervenir socialmente en la economía, es más, debe dirigirla y orientarla al bien de la clase trabajadora, y por ello, el socialismo es la única alternativa para que la libertad real exista. Porque el capitalismo no es ni será nunca más que la libertad para que una clase se imponga a otra. Es decir, la libertad de la clase que tiene la propiedad de los medios de producción de imponerse sobre la clase trabajadora. Y por mucho que se maquille, o parches que se le pongan, el capitalismo está orientado a ese objetivo, y lo único que se puede conseguir es que se note más o menos esa imposición, pero nunca desaparecerá mientras no se acabe con el sistema que provoca la opresión de la clase trabajadora.

martes, 29 de marzo de 2011

Citando a Einstein


Haciendo una excepción a la línea habitual del blog, en esta entrada voy a limitarme a citar un artículo que Albert Einstein hizo en su día, que he leído hoy y me parece de gran interés.

"La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. (...)

El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. (...)
Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males, el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales."
Albert Einstein, Why Socialism?


miércoles, 23 de marzo de 2011

SI a la Lucha


Vivimos en la actualidad una situación complicada para la clase trabajadora. No por la crisis, que es algo propio e inherente al sistema capitalista que Marx ya preveía en sus “anticuados” análisis. Es una situación complicada porque a raíz de la situación económica se están llevando a cabo numerosas medidas en todos los países occidentales que, con la escusa de una salida a la crisis, buscan reducir todos y cada uno de los derechos que los y las trabajadoras habíamos conquistado durante el siglo pasado.
En España se pueden poner como ejemplo la Reforma Laboral (que permite en la práctica el despido libre y supone la precarización de todo el mercado de trabajo), la Reforma de las Pensiones o la supresión de impuestos que gravan a aquellos que más tienen (Impuestro sobre el Patrimonio e Impuesto de Sucesiones). Pero medidas de este tipo llevan adoptándose durante muchos años, desde los 80 en que Reagan y Tatcher enarbolaron la bandera del neoliberalismo (que no es ninguna teoría nueva, sino la mismas teorías del capitalismo puro recogidas por Adam Smith hace más de dos siglos y que se habían suavizado tras demostrarse equivocadas con crisis como la del 29). Y es que desde que Felipe González llegara al gobierno hemos visto como se vendía todo lo público primero (empresas como Telefónica o Iberia), luego como se pagaban colegios concertados en lugar de invertir ese dinero en la mejora del sistema educativo público, con Aznar vimos otro intento de Reforma Laboral en la misma línea que la actual aprobada por el PSOE, y ya con el gobierno actual se aprobó la ley 15/97 que permite la gestión privada de servicios públicos como la sanidad, con la cual gobiernos del PP y del PSOE han privatizado numerosos hospitales y centros de salud empeorando las condiciones de los pacientes, la situación laboral de los y las trabajadoras y aumentando las listas de espera.
Con todos estos antecedentes, no se puede argumentar que las medidas que se están llevando a cabo en la actualidad sean medidas contra la crisis, sino que responden a una intensificación de las decisiones a favor del capitalismo salvaje. Y es que aprovechando como escusa la necesidad de respuestas que la ciudadanía exige para acabar con la actual situación de crisis, los políticos, da igual que sean del PP o del PSOE, se han aprovechado miserablemente y han hecho reformas, sí, pero no para mejorar la calidad de vida del conjunto de la ciudadanía, sino para que las grandes fortunas, los banqueros, los mercados y, en definitiva, los más privilegiados de nuestra sociedad no vean reducidos sus beneficios, sino que los incrementen a costa de los y las que se levantan cada mañana para ir a trabajar o ir a hacer cola a la oficina del INEM.
Todo esto no se puede entender de otra forma que como un ataque desde las clases privilegiadas hacia la clase trabajadora (incluyendo en esta a trabajadores autónomos y pequeños empresarios que trabajan en su empresa), y como ya he expresado antes, es un ataque que lleva produciéndose durante décadas pero que ahora, ante la débil situación de los y las trabajadoras debido a la crisis, se ha intensificado a niveles que no se vivían desde la aparición del Estado del Bienestar, y que ha cogido por sorpresa y desarmados a aquellas organizaciones que debían estar al frente de la resistencia. Y esta situación de desarme, producida por la complacencia de todos y todas tras décadas de conquistas sociales de la clase trabajadora y ante la aparente tregua y prosperidad que nos brindaba el capitalismo, ha ocasionado que cada una de las organizaciones que deberían luchar contra los ataques reaccione de una manera distinta para intentar salvar aquello que teníamos, produciéndose en ocasiones decisiones tan criticables y dañinas como el acuerdo para la reforma de las pensiones entre el gobierno y los sindicatos mayoritarios. Pero ante todo esto, lo primero que debemos hacer es tomar y crear conciencia de que estamos siendo atacados, están cercenando nuestros derechos y quitándonos cosas que habían llevado siglos de lucha conseguir. Y ante esto, ¿qué hacemos?
La única alternativa que nos queda es la lucha, nuestras armas seremos nosotros y nosotras, y nuestra voz, esfuerzo y determinación serán la munición.
Sé que parece complicado, que miramos a nuestro alrededor y nadie parece dar el primer paso, y que cuando alguien lo da, a su alrededor se alzan voces diciendo que no servirá para nada, pero el 20-M en Madrid vimos como somos, al menos, veinte mil personas. Ahora hay que luchar para ser más. Los argumentos son claros, y es que la clase trabajadora no ha conseguido nunca nada sin luchar. Los derechos de los y las trabajadoras no surgieron porque un buen día los empresarios dijeran “pobrecitos los trabajadores que mal viven, vamos a darles unos días de vacaciones al año, un sueldo mayor, limitar la jornada laboral a 40 horas, cobertura sanitaria y educación para todas y todos, además de darles una pensión de jubilación a partir de los 65 años “. Todos los derechos que hemos disfrutado y nos están quitando poco a poco fueron conseguidos por aquellos y aquellas que lucharon a pesar de que parecía imposible conseguirlos, y en una situación de desprotección aún mayor que la actual.
Y es que la lucha de clases no terminó nunca, sólo parecieron ceder durante un tiempo en sus altas pretensiones para clamar por la “paz social” y crear en la conciencia colectiva un pensamiento de que la lucha de clases era algo de otra época, que en la actualidad todas las personas formábamos parte de la clase media y por tanto estábamos en un sistema próspero y cuasi perfecto. Y casi todo el mundo lo aceptamos sin darnos cuenta que para que exista una clase media, debe existir una clase alta y otra baja, aunque a la primera se nos vendiera que cualquiera podíamos llegar a pertenecer y a la segunda se la escondiese en los países explotados del tercer mundo.
Pero ahora, en esta difícil situación, hay que darse cuenta de que la lucha de clases es un concepto actual, que nunca ha dejado de existir porque nunca hemos llegado a un sistema en el que todos y todas seamos iguales, que ni siquiera la democracia es tal cosa cuando aquellos que gobiernan hacen las leyes bajo el dictado de los mercados y sin escuchar la voz de la ciudadanía, y que las leyes permiten que los banqueros y especuladores del ladrillo hayan obtenido beneficios enormes durante muchos años y ahora, en lugar de pagar las consecuencias de la crisis que su libertad de actuación ha producido, socializamos las pérdidas y es la clase trabajadora quien sale perdiendo.
No podemos permitir que esto siga así, debemos luchar para recuperar aquellos derechos perdidos y conquistar muchos otros que aún no habíamos logrado. Estamos en una lucha en la que actualmente sólo pelea uno de los bandos. Es hora de salir a la calle y gritar:
- NO a la dictadura de los mercados y el capital
- SÍ a la democracia real
- NO a las guerras imperialistas
- SÍ a la lucha de la clase trabajadora frente a los capitalistas
Y tengamos en cuenta que ganar parecerá complicado, pero si no luchamos ya habremos perdido y tendremos que explicar a las generaciones futuras por qué no defendimos y luchamos cuando pudimos por aquello que era nuestro.

martes, 22 de marzo de 2011

NO a la Guerra



Ha empezado la invasión de Libia... ¿Por qué?

Según quienes la apoyan, por muchos y justificados motivos que se resumen en los siguientes: Gadafi es un dictador y está atacando a la población civil de Libia. Suponiendo que dichas acusaciones fueran ciertas, sigo sin comprender el porqué de la intervención militar. ¿Es Gadafi el único dictador en el mundo? ¿Por qué no se actúa contra países como Arabia Saudí? ¿Dónde están los países que atacan a Libia cuando Israel lanza ataques contra Gaza? ¿Y cuando Marruecos hizo lo propio con el Sáhara?

La respuesta a estas preguntas se relaciona directamente con mi anterior entrada, y es que no es casualidad que se actúe siempre contra países que tienen gobiernos no afines a EEUU, y que además poseen algo que el sistema capitalista necesita (al igual que pasó con Irak, Libia tiene importantes yacimientos de petróleo). Igualmente, tampoco es casualidad que se hagan oídos sordos y ojos ciegos ante agresiones que se vienen produciendo durante décadas por parte de Israel o Marruecos, que curiosamente tienen regímenes fieles y amigos de Estados Unidos.

Porque esta no es una guerra para salvaguardar a la población civil de Libia, esto no se hace por defender los derechos humanos, y se están produciendo víctimas civiles en Libia. Y es que esta no es una guerra humanitaria. No hay ninguna invasión humanitaria.

Esta invasión se hace con un objetivo claro: el petróleo. El mismo motivo que hoy sabemos todos que había para la invasión de Irak hace ocho años, aunque se nos vendiesen otros como la maldad del tirano Sadam Husseín, la existencia de armas de destrucción masiva o la intención de llevar la democracia a ese país. Exceptuando las armas de destrucción masiva, que ya sería demasiado, dichos argumentos son curiosamente parecidos a los de esta vez... ¿será casualidad? No lo creo.

Por eso ahora, como entonces, debemos volver a gritar bien alto: NO A LA GUERRA. Y debemos gritarlo bien alto, una y otra vez, para ver si al menos el gobierno de Zapatero es capaz de escucharlo y recordar que en otro tiempo ellos también llevaban la bandera del "NO a la Guerra", aunque claro, eran los tiempos en que se ponían la careta de partido de izquierdas y enarbolaban también las banderas contra los recortes sociales del PP... pero esos tiempos ya han pasado la verdadera cara del PSOE está saliendo a la luz, con una política completamente de derechas, defendiendo el SÍ a la guerra, a los banqueros y, en definitiva, a todo aquello que huela a dinero. Pero el gobierno no está sólo en esto, cuando de invadir países en busca de tesoros se trata, el PP y todos los grupos parlamentarios a excepción de IU y BNG no tardan en subirse al carro, tengámoslo en cuenta.

sábado, 5 de marzo de 2011

Descubriendo la democracia

La definición de democracia que viene en el diccionario de la RAE es la siguiente: "Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado". Siempre he pensado que para que esto suceda sería necesario un sistema en el que las personas pudieran tomar decisiones directamente, y que los gobernantes, elegidos también por los y las ciudadanas, se encargaran de llevar a cabo aquello que las personas decidieran.

Sin embargo, desde bien pequeño, a uno no tardan en enseñarle que la democracia no consiste en eso, sino en votar cada cierto tiempo a nuestros y nuestras representantes, ya sea en los ayuntamientos, las comunidades autónomas, a nivel estatal o incluso europeo. Y al votar, pues ya estás eligiendo y es una democracia.

Pero cuando creces un poco y empiezas a leer periódicos, ver las noticias en la televisión y todas esas cosas, te das cuenta de que el resto de países no son todos democráticos, sino que hay otros sistemas muy malos y en los cuales la gente vive muy mal, que son las dictaduras. Hasta hace pocos, dos de las mayores dictaduras y más malignas que existían según los medios de comunicación eran Cuba y Venezuela. ¿Por qué son dictaduras? Pues siempre me han dicho que en Cuba porque no hay elecciones y si piensas distinto que los que mandan te matan o vas a la cárcel, y en Venezuela porque aunque la gente puede votar resulta que amañan los recuentos o compran los votos para que gane el dictador.

Además, en los últimos meses, hemos descubierto que mucho más cerca de nosotros, en Egipto y Túnez resulta que llevaban décadas gobernados por dictadores malignos y no nos habíamos dado cuenta. En los medios de comunicación no se decía nada, nuestros gobernantes que negociaban a menudo con ellos tampoco lo sabían, y es más, resulta que los partidos políticos de estos señores pertenecían a la misma coalición internacional que el PSOE.

Si sigues investigando te das cuenta que hay muchos países que no tienen elecciones, o las tienen amañadas como se dice que Cuba y Venezuela, y que jamás son señalados como dictaduras (Arabia Saudí, Marruecos), e incluso algunos de ellos son considerados democracias abiertamente a pesar de no dejar presentarse a las elecciones a partidos de ciertas ideologías, como en muchos países de Europa del Este en que los partidos comunistas son ilegales.

Es más, si uno sigue buscando información, descubre que en Cuba sí hay elecciones, que no sólo no te matan o encarcelan por estar en contra del gobierno, sino que te puedes presentar tranquilamente a las elecciones. Además, también uno descubre que en Venezuela, Hugo Chávez no amaña las elecciones, ya que en algunos casos las pierde y en otros hay observadores neutrales que garantizan el correcto funcionamiento del sistema electoral.

Pero entonces, ¿en qué se diferencian las dictaduras de las democracias? ¿Por qué hay países que son considerados dictaduras aún teniendo elecciones como en España, y otros son considerados democracias a pesar de no permitir ciertas ideologías? Después de pensar un tiempo, me dije, ¿cuál es la mayor democracia del mundo? Estados Unidos, por supuesto, es el "país de las libertades", allí donde da igual que se amañen unas elecciones o que salga presidente el candidato que menos votos obtiene, que seguirá siendo una democracia. Y resulta, qué casualidad, que esos países que son considerados dictaduras malignas son aquellos que siguen una política contraria a EEUU y a sus intereses capitalistas e imperialistas. Mientras tanto, países como Egipto o Túnez, así como Marruecos, Arabia Saudí o Colombia, que actúan como aliados de EEUU o la UE, y que permiten a las grandes corporaciones de estos países saquear a su población, resulta que no son puestos en duda y algunos de sus gobernantes son recibidos con honores en democracias como la nuestra.

Ante esto, no me queda más que cambiar la idea que yo tenía de democracia, y concluir que democracia es aquel sistema político que consiste en defender los intereses del capitalismo y de las grandes corporaciones de EEUU y sus aliados. Mientras que dictaduras son todos aquellos sistemas que luchan contra ello, y da igual que el pueblo tenga derecho a opinar, votar o decidir, eso es lo de menos.

lunes, 17 de enero de 2011

PSOE y PP, la misma mierda es

Como puse en la primera entrada de este blog, milito en Izquierda Unida, y por ello creo que sobra decir que es para mí la mejor opción política. Tendría infinidad de razones para argumentarlo, como ser la única alternativa con cierto peso a nivel nacional claramente de izquierdas, la única que se ha opuesto rotundamente a las políticas neoliberales y que además propone una salida alternativa y diferente a la crisis, de forma que no la paguemos las mismas personas de siempre, y que por cierto no la hemos provocado.

Sin embargo, no es el objetivo de esta entrada. El objetivo de esta entrada es reflexionar sobre las diferencias entre las políticas aplicadas por el PP y el PSOE cuando han estado en el gobierno, y ver si realmente se trata de dos fuerzas contrapuestas como siempre se nos traslada, o por el contrario no es más que el mismo perro con distinto bozal.

En materia económica, lo primero que hay que ver es que ambos partidos han optado continuamente por las privatizaciones de empresas y servicios públicos, y que llama la atención las quejas del PSOE en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, contra el gobierno de Esperanza Aguirre por privatizar la sanidad cuando la ley que le permite hacerlo es una ley de ámbito nacional que aprobó el gobierno de Zapatero.

Del mismo modo, con las últimas reformas y recortes, el gobierno del PSOE no está haciendo más que llevar a cabo todo aquello que el Partido Popular lleva pidiéndole ya un tiempo, como el recorte de prestaciones sociales y de las ayudas a los más desfavorecidos/as, aumento de las ayudas a los grandes empresarios y reducción de impuestos a las empresas y a los ricos, a la vez que se suben impuestos como el IVA que pagamos todos y todas por igual, acompañado del recorte de los derechos de los y las trabajadoras, así como la reforma de las pensiones para beneficiar los fondos de inversión privados para regocijo de los grandes bancos.

En materia internacional, la verdad es que tampoco encuentro grandes diferencias entre el PP y el PSOE. En las elecciones europeas, por ejemplo, no hubo ningún tipo de debate sobre cuestiones a nivel europeo, y para colmo el candidato al que ambos apoyaban era el mismo. Puede pensarse que el PSOE con eso de la "alianza de civilizaciones" y retirar las tropas de Irak no sigue una política pro-USA como la que seguía el PP, pero hay pruebas que desmienten esta teoría como el hecho de que España siga apoyando a EEUU en Irak, el apoyo a Marruecos o Israel a pesar de los genocidios cometidos contra el Sáhara o Israel, el incremento del gasto militar, la venta de armas a países en guerra...

En cuanto a la política sobre inmigración, tampoco encuentro grandes diferencias, puesto que las últimas leyes puestas en marcha por el PSOE son bastante restrictivas, las condiciones en los CIE's (Centros de internamiento de extranjeros) son dignas de verdaderos campos de concentración como los de la Segunda Guerra Mundial, y se sigue tratando de culpabilizar a los más desfavorecidos de la inmigración ilegal que sólo buscan salir de la pobreza, en lugar de al sistema imperialista que explota sus países, o las mafias que les engañan, o los empresarios españoles que los contratan en condiciones ilegales para ahorrarse dinero aprovechándose de su situación.

Por último, alguien me dirá que el PSOE aprobó los matrimonios homosexuales, o que puso en marcha la ley de dependencia. Pero ni lo primero sirve por sí solo para definir una diferencia sustancial entre los dos partidos, ni lo segundo es cierto puesto que la Ley de Dependencia no contenía una memoria económica que la dotase de recursos, por lo que su aplicación ha sido totalmente imposible de llevarse a cabo.

Por todo esto, considero que el PSOE a nivel nacional es tan de derechas como el PP, lo cuál queda demostrado con los hechos y sólo con mirar a quien trata de defender con sus "soluciones" a la crisis, nada más que a los mercados, a los bancos y a los grandes empresarios, olvidándose de las personas de a pie y de todas aquellas familias que no tienen para llegar a fin de mes.

Muchos dirán que las bases del PSOE no tienen el mismo pensamiento que las directivas, lo cual puede ser cierto, pero la realidad es que estas mismas bases no han mostrado su descontento ante la pésima gestión de su gobierno, y si lo han hecho internamente, está claro que no les han hecho caso y la democracia interna del PSOE debe ser más bien escasa. O a lo mejor, muchos de los que piensan de manera contraria a la dirección del PSOE se callan para así poder optar a un empleo por aquí, o un asiento por allí, lo cuál me parece aún más digno de ser denunciado.

Como conclusión, creo que esta política de la derecha más dura que el PSOE está llevando a cabo, sin intentar siquiera matizar o disimularla con el discurso, debe ser fuertemente castigada por todos y todas aquellas ciudadanas que se consideran a sí mismas de izquierdas, y que creen en un mundo más justo y que otra forma de hacer política es posible. Y no pido ya el voto para IU, aunque creo que es la mejor opción, sino que me limito a luchar porque todos y todas aquellas hartos de los dos partidos mayoritarios y de derechas, como son PP y PSOE, vayan a votar y lo hagan por otras opciones distintas, que hay muchísimas en el panorama aunque no tengan apenas presencia en los medios de comunicación, porque el voto útil no es votar a aquellos que más votos reciben, ni tampoco no ir a votar, sino votar a un partido cuyas ideas se acerquen a las tuyas.