miércoles, 21 de septiembre de 2011

El #15M cuatro meses después



Hace ya casi cuatro meses desde que un 15 de Mayo sucediera una movilización y posterior acampada que sorprendió por su magnitud y aceptación a propios y extraños, generando ilusión en gran parte de la población, recelo en algunas personas, y rechazo entre quienes se veían amenazados. Una vez pasado el efecto gaseosa, la resaca electoral y tras unas vacaciones que me han servido para verlo todo desde una cierta distancia, creo que es buen momento para pararse a analizar lo sucedido y lo que está por venir.

Muchos piensan que el 15M no ha conseguido nada porque no ha tumbado al sistema, porque no se han cambiado las leyes y porque, en definitiva, seguimos viviendo en una sociedad injusta que perjudica a la mayoría en beneficio de las élites. Pero los logros de un suceso no se deben analizar en función de las expectativas sino en función de la realidad anterior y posterior del hecho en cuestión, es decir, del impacto que el suceso tiene en la realidad.

¿Y cuál era la realidad? ¿En qué ha cambiado? Pues la realidad dice que antes del 15M no paraba de hablarse de una sociedad española dormida, conformista, que todo le daba igual, y que no se movía por nada. Antes del 15M sólo los frikis de la política eran quienes iban a manifestaciones, quienes se interesaban y se paraban a charlar sobre la actualidad política, el resto de la sociedad decían ser apolíticos y que todo era lo mismo y les daba igual. A día de hoy ydurante estos meses, la política, la lucha contra el sistema y todo aquello que el 15M (y muchos antes que este) abanderaba ha estado en boca de la gente de a pié. El conocimiento sobre los temas es mayor (aunque falta mucho, es cierto), así como el interés, y a la vez ha descendido el rechazo a hablar de temas políticos. Todo esto es algo que ni sindicatos, ni partidos políticos ni movimientos sociales habían sido capaces de lograr con tanta aceptación y apoyo, por lo que hay que valorarlo justamente, y no caigamos en el enorme error de obviarlo o rechazarlo porque es exactamente lo que quieren las élites que manejan el sistema actual y contra quienes decimos luchar.

Dicho esto, las críticas que se le hacen al movimiento desde sectores de la izquierda son varias: unas se refieren a fallos en la organización del movimiento; otras al rechazo del 15M hacia las organizaciones sindicales y políticas transformadoras; otras hablan de la pérdida de fuerza, respaldo y participación del movimiento y que llevará a su fin; y las últimas hacen referencia a la participación de sectores fascistas y de la derecha neoliberal dentro del movimiento.

Todas estas críticas tienen cierta base y puedo entender a quien las expone. Sin embargo, creo que hay que analizar las cosas correctamente para no confundir causas y consecuencias, y actuar de forma constructiva en lugar de destructiva. En primer lugar hay que situarse en la sociedad española de antes del 15M, en la que la mayoría de las personas estaban totalmente aisladas de la política, cansadas de los dos partidos mayoritarios que al final resultaban ser lo mismo, así como de votar programas e ideas electorales que luego se traicionaban una vez tras otra, y saturadas por los medios de desinformación hasta el punto de no poder imaginarse otra opción política fuera del ppsoe, ya que Izquierda Unida era silenciada, repudiada por los medios, perjudicada por la ley electoral y además puso su granito de arena renunciando durante 8 años (del 2000 al 2008) a la lucha contra el sistema, para tratar de integrarse en él ya que en esos años parecía funcionar, algo que lastra hasta el día de hoy en forma de falta de credibilidad. Y por motivos parecidos -los ataques de la derecha del ppsoe y sus medios, y los fallos innegables al olvidarse de la lucha contra el sistema -también los sindicatos eran rechazados por un amplio sector social.

Es en ese escenario cuando surge el 15M, sorprendiendo e ilusionando a partes iguales. Todo el mundo desea participar y las primeras asambleas son multitudinarias tanto en Sol como en los barrios. Entre la izquierda muchos nos ilusionamos pensando que la gente se había convencido de nuestras ideas repentinamente y ya estaba concienciada. Y fue un gran error. Porque obviamos el hecho de que toda esa gente era en su mayoría aquella que anteriormente era apática respecto a la política y detestaba todo lo que tuviera que ver con ella, incluyendo a partidos políticos tradicionales, PP y PSOE, pero también a IU, y a los sindicatos CCOO y UGT. Su mayor motivo para unirse al 15M era su indignación y la ilusión de lo que parecía algo "nuevo".

En ese contexto, ¿es posible convencer a esa gente de que eso "nuevo" en lo que participan es igual o persigue lo mismo que organizaciones ya existentes y que ellas mismas rechazaban? A corto plazo, es inviable, y la única forma de conseguirlo es trabajando de verdad junto a -no por encima o por debajo- estas personas y que lo vean con sus propios ojos en el día a día, sin tratar de convencerles de que han estado equivocadas toda su vida, porque eso es complicado de aceptar para cualquiera. Por lo tanto, las organizaciones tradicionales, sean sindicatos, movimientos sociales o movimientos políticos de izquierdas, no deben luchar por controlar o atraer al movimiento, sino en confluir con él a través del trabajo diario. Porque cualquier otra táctica, por bienintencionada que sea, y aunque parezca más rápida, lo único que hará será aumentar las reticencias y las iras de aquellas personas que están en el movimiento y antes te rechazaban.

Ahondando en la cuestión de como es gran parte de la gente que participó desde un principio en el movimiento, cabe destacar la crítica que se hace acerca de la inclusión en el movimiento de organizaciones fascistas y neoliberales. Y mi pregunta es, ¿a alguien le sorprende? Como hemos dicho, ha sido un movimiento que ha atraído a gente que estaba desconectada de la política, y que algunos tenían una base previa, pero otros muchos no, no nos puede sorprender la existencia por un lado de organizaciones que intentan ver si pescan algo entre el movimiento y ganan fuerza o conducen el movimiento hacia sus idea, y por otro lado de sectores que quieran cargarse el movimiento desde dentro. No nos puede sorprender a la gente de izquierdas que nos creemos el movimiento verdaderamente, y muy lejos de hacer que esto nos desanime, debe suponer un plus de motivación para que todos esos oportunistas y aprovechados no ganen una batalla que por discurso e ideas no ganarían nunca.

Ante todo este panorama, con organizaciones de la derecha intentando manejar el movimiento a su antojo o destruirlo, y la existencia de mucha gente en el movimiento para los cuales es la primera experiencia en un movimiento social, ¿no es lógico que surjan problemas de organización? Es lógico y normal, y será a base de errores y remedios como el movimiento se ha ido e irá organizándose cada día mejor y mejor, pero no se puede criticar a nadie por hacer mal lo que nunca ha hecho, sino que se le debe ayudar y animar a realizarlo mejor la segunda vez, siempre desde dentro, currando y sabiendo que todo lleva su tiempo, sin creerse más ni menos que nadie.

Por último, las críticas, no sólo desde la izquierda, sino también desde dentro del movimiento como ocurre en la Asamblea Popular de Fuenlabrada, van en el sentido de señalar la disminución en la participación y en la asistencia de la gente. Es lo más normal. ¿Por qué? Porque al principio era algo ilusionante y que parecía que iba a cambiar el país en dos días, con el tiempo la gente vio que no era así y que sería a largo plazo, currando cada día y que sería duro. Es entonces cuando la gente, porque no está aún totalmente concienciada de la importancia y de lo que se puede llegar a lograr, va perdiendo interés, y se quedan únicamente los más interesados. Pero para animar, quiero hacer una pregunta, ¿qué organización está en posición de juntar 4 de los 5 días laborables de la semana durante todo el verano en Madrid a más de 10 personas cada día? ¿qué movimiento social puede hacer reuniones los fines de semana a las que acudan como mínimo 50 personas en Fuenlabrada? Es cierto que la participación ha bajado y habrá que conseguir que suba, pero aún así el 15M tiene mayor poder de convocatoria estable que muchos otros movimientos de mayor trayectoria y posibilidades económicas, y eso, también hay que valorarlo.

Y tras todo esto, sólo me queda decir que dejemos a un lado las diferencias y trabajemos por derrotar al capital y las élites dirigentes, que es lo que nos une.

4 comentarios:

  1. Un post muy motivador para los que empezamos en el movimiento y a veces sentimos esa derrota que no acaba de llegar. Deberías leerlo en la asamblea del domingo, compañero, ya que nos hace falta mucho esfuerzo y muchos ánimos para seguir adelante.

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  2. Muy, muy buen análisis. Con todo lo que he hablado contigo del tema y aún así has conseguido sorprenderme.
    Ojalá todos los militantes de movimientos de izquierdas previos al 15M tuviesen igual de claro que tú eso de "la única forma de conseguirlo es trabajando de verdad junto a -no por encima o por debajo- estas personas y que lo vean con sus propios ojos en el día a día". Sería mucho mejor para todos.
    Y sí, deberías leerlo, pues estoy segura de que lo que dices referido a la repercusión del 15M en la sociedad y a su poder de convocatoria va a servir para subir los ánimos a muchos ( que últimamente andan un poco flojos). Aunque yo si fuese tú, no leería los fragmentos referidos a la relación del 15M con partidos y sindicatos. Son mis preferidos, pero muchas personas aún no están preparadas para escucharlos sin caer en el error de juzgarlos como propaganda política.

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  3. Ya se que hay una parte que habría a gente que no le gustaría y que es preferible no entrar en esa polémica.

    En cuanto al análisis me han faltado cosas por poner, pero ya me empezaba a liar y a querer unir todo y perdía claridad, que era uno de mis objetivos principales. Aún así me gusta como ha quedado. Ahora sólo me queda predicar con el ejemplo y sacar tiempo para acudir más a menudo e implicarme más en el movimiento para vencer barreras, aunque Alex y Carmen en Fuenlabrada llevan hecho un buen trabajo en ese sentido.

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  4. derrotar al capital es un error. puto comunista del infierno

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