martes, 29 de marzo de 2011

Citando a Einstein


Haciendo una excepción a la línea habitual del blog, en esta entrada voy a limitarme a citar un artículo que Albert Einstein hizo en su día, que he leído hoy y me parece de gran interés.

"La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. (...)

El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. (...)
Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males, el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales."
Albert Einstein, Why Socialism?


miércoles, 23 de marzo de 2011

SI a la Lucha


Vivimos en la actualidad una situación complicada para la clase trabajadora. No por la crisis, que es algo propio e inherente al sistema capitalista que Marx ya preveía en sus “anticuados” análisis. Es una situación complicada porque a raíz de la situación económica se están llevando a cabo numerosas medidas en todos los países occidentales que, con la escusa de una salida a la crisis, buscan reducir todos y cada uno de los derechos que los y las trabajadoras habíamos conquistado durante el siglo pasado.
En España se pueden poner como ejemplo la Reforma Laboral (que permite en la práctica el despido libre y supone la precarización de todo el mercado de trabajo), la Reforma de las Pensiones o la supresión de impuestos que gravan a aquellos que más tienen (Impuestro sobre el Patrimonio e Impuesto de Sucesiones). Pero medidas de este tipo llevan adoptándose durante muchos años, desde los 80 en que Reagan y Tatcher enarbolaron la bandera del neoliberalismo (que no es ninguna teoría nueva, sino la mismas teorías del capitalismo puro recogidas por Adam Smith hace más de dos siglos y que se habían suavizado tras demostrarse equivocadas con crisis como la del 29). Y es que desde que Felipe González llegara al gobierno hemos visto como se vendía todo lo público primero (empresas como Telefónica o Iberia), luego como se pagaban colegios concertados en lugar de invertir ese dinero en la mejora del sistema educativo público, con Aznar vimos otro intento de Reforma Laboral en la misma línea que la actual aprobada por el PSOE, y ya con el gobierno actual se aprobó la ley 15/97 que permite la gestión privada de servicios públicos como la sanidad, con la cual gobiernos del PP y del PSOE han privatizado numerosos hospitales y centros de salud empeorando las condiciones de los pacientes, la situación laboral de los y las trabajadoras y aumentando las listas de espera.
Con todos estos antecedentes, no se puede argumentar que las medidas que se están llevando a cabo en la actualidad sean medidas contra la crisis, sino que responden a una intensificación de las decisiones a favor del capitalismo salvaje. Y es que aprovechando como escusa la necesidad de respuestas que la ciudadanía exige para acabar con la actual situación de crisis, los políticos, da igual que sean del PP o del PSOE, se han aprovechado miserablemente y han hecho reformas, sí, pero no para mejorar la calidad de vida del conjunto de la ciudadanía, sino para que las grandes fortunas, los banqueros, los mercados y, en definitiva, los más privilegiados de nuestra sociedad no vean reducidos sus beneficios, sino que los incrementen a costa de los y las que se levantan cada mañana para ir a trabajar o ir a hacer cola a la oficina del INEM.
Todo esto no se puede entender de otra forma que como un ataque desde las clases privilegiadas hacia la clase trabajadora (incluyendo en esta a trabajadores autónomos y pequeños empresarios que trabajan en su empresa), y como ya he expresado antes, es un ataque que lleva produciéndose durante décadas pero que ahora, ante la débil situación de los y las trabajadoras debido a la crisis, se ha intensificado a niveles que no se vivían desde la aparición del Estado del Bienestar, y que ha cogido por sorpresa y desarmados a aquellas organizaciones que debían estar al frente de la resistencia. Y esta situación de desarme, producida por la complacencia de todos y todas tras décadas de conquistas sociales de la clase trabajadora y ante la aparente tregua y prosperidad que nos brindaba el capitalismo, ha ocasionado que cada una de las organizaciones que deberían luchar contra los ataques reaccione de una manera distinta para intentar salvar aquello que teníamos, produciéndose en ocasiones decisiones tan criticables y dañinas como el acuerdo para la reforma de las pensiones entre el gobierno y los sindicatos mayoritarios. Pero ante todo esto, lo primero que debemos hacer es tomar y crear conciencia de que estamos siendo atacados, están cercenando nuestros derechos y quitándonos cosas que habían llevado siglos de lucha conseguir. Y ante esto, ¿qué hacemos?
La única alternativa que nos queda es la lucha, nuestras armas seremos nosotros y nosotras, y nuestra voz, esfuerzo y determinación serán la munición.
Sé que parece complicado, que miramos a nuestro alrededor y nadie parece dar el primer paso, y que cuando alguien lo da, a su alrededor se alzan voces diciendo que no servirá para nada, pero el 20-M en Madrid vimos como somos, al menos, veinte mil personas. Ahora hay que luchar para ser más. Los argumentos son claros, y es que la clase trabajadora no ha conseguido nunca nada sin luchar. Los derechos de los y las trabajadoras no surgieron porque un buen día los empresarios dijeran “pobrecitos los trabajadores que mal viven, vamos a darles unos días de vacaciones al año, un sueldo mayor, limitar la jornada laboral a 40 horas, cobertura sanitaria y educación para todas y todos, además de darles una pensión de jubilación a partir de los 65 años “. Todos los derechos que hemos disfrutado y nos están quitando poco a poco fueron conseguidos por aquellos y aquellas que lucharon a pesar de que parecía imposible conseguirlos, y en una situación de desprotección aún mayor que la actual.
Y es que la lucha de clases no terminó nunca, sólo parecieron ceder durante un tiempo en sus altas pretensiones para clamar por la “paz social” y crear en la conciencia colectiva un pensamiento de que la lucha de clases era algo de otra época, que en la actualidad todas las personas formábamos parte de la clase media y por tanto estábamos en un sistema próspero y cuasi perfecto. Y casi todo el mundo lo aceptamos sin darnos cuenta que para que exista una clase media, debe existir una clase alta y otra baja, aunque a la primera se nos vendiera que cualquiera podíamos llegar a pertenecer y a la segunda se la escondiese en los países explotados del tercer mundo.
Pero ahora, en esta difícil situación, hay que darse cuenta de que la lucha de clases es un concepto actual, que nunca ha dejado de existir porque nunca hemos llegado a un sistema en el que todos y todas seamos iguales, que ni siquiera la democracia es tal cosa cuando aquellos que gobiernan hacen las leyes bajo el dictado de los mercados y sin escuchar la voz de la ciudadanía, y que las leyes permiten que los banqueros y especuladores del ladrillo hayan obtenido beneficios enormes durante muchos años y ahora, en lugar de pagar las consecuencias de la crisis que su libertad de actuación ha producido, socializamos las pérdidas y es la clase trabajadora quien sale perdiendo.
No podemos permitir que esto siga así, debemos luchar para recuperar aquellos derechos perdidos y conquistar muchos otros que aún no habíamos logrado. Estamos en una lucha en la que actualmente sólo pelea uno de los bandos. Es hora de salir a la calle y gritar:
- NO a la dictadura de los mercados y el capital
- SÍ a la democracia real
- NO a las guerras imperialistas
- SÍ a la lucha de la clase trabajadora frente a los capitalistas
Y tengamos en cuenta que ganar parecerá complicado, pero si no luchamos ya habremos perdido y tendremos que explicar a las generaciones futuras por qué no defendimos y luchamos cuando pudimos por aquello que era nuestro.

martes, 22 de marzo de 2011

NO a la Guerra



Ha empezado la invasión de Libia... ¿Por qué?

Según quienes la apoyan, por muchos y justificados motivos que se resumen en los siguientes: Gadafi es un dictador y está atacando a la población civil de Libia. Suponiendo que dichas acusaciones fueran ciertas, sigo sin comprender el porqué de la intervención militar. ¿Es Gadafi el único dictador en el mundo? ¿Por qué no se actúa contra países como Arabia Saudí? ¿Dónde están los países que atacan a Libia cuando Israel lanza ataques contra Gaza? ¿Y cuando Marruecos hizo lo propio con el Sáhara?

La respuesta a estas preguntas se relaciona directamente con mi anterior entrada, y es que no es casualidad que se actúe siempre contra países que tienen gobiernos no afines a EEUU, y que además poseen algo que el sistema capitalista necesita (al igual que pasó con Irak, Libia tiene importantes yacimientos de petróleo). Igualmente, tampoco es casualidad que se hagan oídos sordos y ojos ciegos ante agresiones que se vienen produciendo durante décadas por parte de Israel o Marruecos, que curiosamente tienen regímenes fieles y amigos de Estados Unidos.

Porque esta no es una guerra para salvaguardar a la población civil de Libia, esto no se hace por defender los derechos humanos, y se están produciendo víctimas civiles en Libia. Y es que esta no es una guerra humanitaria. No hay ninguna invasión humanitaria.

Esta invasión se hace con un objetivo claro: el petróleo. El mismo motivo que hoy sabemos todos que había para la invasión de Irak hace ocho años, aunque se nos vendiesen otros como la maldad del tirano Sadam Husseín, la existencia de armas de destrucción masiva o la intención de llevar la democracia a ese país. Exceptuando las armas de destrucción masiva, que ya sería demasiado, dichos argumentos son curiosamente parecidos a los de esta vez... ¿será casualidad? No lo creo.

Por eso ahora, como entonces, debemos volver a gritar bien alto: NO A LA GUERRA. Y debemos gritarlo bien alto, una y otra vez, para ver si al menos el gobierno de Zapatero es capaz de escucharlo y recordar que en otro tiempo ellos también llevaban la bandera del "NO a la Guerra", aunque claro, eran los tiempos en que se ponían la careta de partido de izquierdas y enarbolaban también las banderas contra los recortes sociales del PP... pero esos tiempos ya han pasado la verdadera cara del PSOE está saliendo a la luz, con una política completamente de derechas, defendiendo el SÍ a la guerra, a los banqueros y, en definitiva, a todo aquello que huela a dinero. Pero el gobierno no está sólo en esto, cuando de invadir países en busca de tesoros se trata, el PP y todos los grupos parlamentarios a excepción de IU y BNG no tardan en subirse al carro, tengámoslo en cuenta.

sábado, 5 de marzo de 2011

Descubriendo la democracia

La definición de democracia que viene en el diccionario de la RAE es la siguiente: "Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado". Siempre he pensado que para que esto suceda sería necesario un sistema en el que las personas pudieran tomar decisiones directamente, y que los gobernantes, elegidos también por los y las ciudadanas, se encargaran de llevar a cabo aquello que las personas decidieran.

Sin embargo, desde bien pequeño, a uno no tardan en enseñarle que la democracia no consiste en eso, sino en votar cada cierto tiempo a nuestros y nuestras representantes, ya sea en los ayuntamientos, las comunidades autónomas, a nivel estatal o incluso europeo. Y al votar, pues ya estás eligiendo y es una democracia.

Pero cuando creces un poco y empiezas a leer periódicos, ver las noticias en la televisión y todas esas cosas, te das cuenta de que el resto de países no son todos democráticos, sino que hay otros sistemas muy malos y en los cuales la gente vive muy mal, que son las dictaduras. Hasta hace pocos, dos de las mayores dictaduras y más malignas que existían según los medios de comunicación eran Cuba y Venezuela. ¿Por qué son dictaduras? Pues siempre me han dicho que en Cuba porque no hay elecciones y si piensas distinto que los que mandan te matan o vas a la cárcel, y en Venezuela porque aunque la gente puede votar resulta que amañan los recuentos o compran los votos para que gane el dictador.

Además, en los últimos meses, hemos descubierto que mucho más cerca de nosotros, en Egipto y Túnez resulta que llevaban décadas gobernados por dictadores malignos y no nos habíamos dado cuenta. En los medios de comunicación no se decía nada, nuestros gobernantes que negociaban a menudo con ellos tampoco lo sabían, y es más, resulta que los partidos políticos de estos señores pertenecían a la misma coalición internacional que el PSOE.

Si sigues investigando te das cuenta que hay muchos países que no tienen elecciones, o las tienen amañadas como se dice que Cuba y Venezuela, y que jamás son señalados como dictaduras (Arabia Saudí, Marruecos), e incluso algunos de ellos son considerados democracias abiertamente a pesar de no dejar presentarse a las elecciones a partidos de ciertas ideologías, como en muchos países de Europa del Este en que los partidos comunistas son ilegales.

Es más, si uno sigue buscando información, descubre que en Cuba sí hay elecciones, que no sólo no te matan o encarcelan por estar en contra del gobierno, sino que te puedes presentar tranquilamente a las elecciones. Además, también uno descubre que en Venezuela, Hugo Chávez no amaña las elecciones, ya que en algunos casos las pierde y en otros hay observadores neutrales que garantizan el correcto funcionamiento del sistema electoral.

Pero entonces, ¿en qué se diferencian las dictaduras de las democracias? ¿Por qué hay países que son considerados dictaduras aún teniendo elecciones como en España, y otros son considerados democracias a pesar de no permitir ciertas ideologías? Después de pensar un tiempo, me dije, ¿cuál es la mayor democracia del mundo? Estados Unidos, por supuesto, es el "país de las libertades", allí donde da igual que se amañen unas elecciones o que salga presidente el candidato que menos votos obtiene, que seguirá siendo una democracia. Y resulta, qué casualidad, que esos países que son considerados dictaduras malignas son aquellos que siguen una política contraria a EEUU y a sus intereses capitalistas e imperialistas. Mientras tanto, países como Egipto o Túnez, así como Marruecos, Arabia Saudí o Colombia, que actúan como aliados de EEUU o la UE, y que permiten a las grandes corporaciones de estos países saquear a su población, resulta que no son puestos en duda y algunos de sus gobernantes son recibidos con honores en democracias como la nuestra.

Ante esto, no me queda más que cambiar la idea que yo tenía de democracia, y concluir que democracia es aquel sistema político que consiste en defender los intereses del capitalismo y de las grandes corporaciones de EEUU y sus aliados. Mientras que dictaduras son todos aquellos sistemas que luchan contra ello, y da igual que el pueblo tenga derecho a opinar, votar o decidir, eso es lo de menos.