miércoles, 6 de abril de 2011

Libertad

La libertad es uno de los valores fundamentales de los que dice defender el neoliberalismo, que no es sino una vuelta al capitalismo en su versión más pura. Se habla de libertad económica, libre mercado, libre comercio, contratos libres…
Según la visión capitalista, un acuerdo libre se produce cuando dos personas llegan libremente a intercambiar una cosa por otra, y por ello se defiende que el estado no debe poner normas a esos intercambios, hablando de flexibilidad del mercado cuando en realidad piden la eliminación de las normas que lo regulan.
Ahora bien, supongamos una sociedad con dos personas, una de las cuales es propietaria de todos los medios de producción, tierras, materias primas y alimentos, y la segunda persona posee, tan sólo, su fuerza de trabajo. La segunda persona tendrá que trabajar para la primera, ya que de lo contrario no tendrá posibilidad de acceder a nada, ni siquiera a los alimentos. Por otra parte, a la primera persona le vendrá bien la ayuda de la segunda, y querrá que le ayude, pero en caso de no ser ayudado no le supondrá un grave problema ya que en principio tiene acceso a alimentos y otros bienes materiales que le pertenecen. En principio cada uno intentará salir lo más beneficiado posible. Sin embargo, ¿qué pasará si no llegan a un acuerdo? La primera persona no obtendrá los beneficios de tener la ayuda de la segunda, pero esta probablemente morirá de hambre. Ante tal panorama, parece claro que la más obligada a llegar un acuerdo será la segunda, y que en última instancia, aceptará trabajar cuanto tiempo haga falta a cambio del alimento mínimo indispensable para no morir de hambre.
¿Es esto justo? ¿Sería ese acuerdo un acuerdo libre? Bajo mi punto de vista, dicho acuerdo es como si alguien estuviera poniendo una pistola en la cabeza a la segunda persona para que aceptase el trato, y para que haya un acuerdo libre no debe de haber coacción.
Habrá quien piense que esta es una situación ficticia, que no existe en la realidad. Pero sólo hay que ponerse a pensar en todas esas familias que existen en cualquier sitio, en que todos sus integrantes están en situación de desempleo y no disponen de ningún ingreso. ¿No se parece la situación a la de la segunda persona del ejemplo? Añádanle además que en la realidad, esas personas no sólo tienen que comer ellas, sino que tienen que llevarles comida a sus hijas e hijos, y en una amplia mayoría tienen aún que pagar la hipoteca de su piso. La realidad muchas veces supera a la ficción, ¿no se ven estas personas obligadas a aceptar cualquier trabajo, a cualquier precio, con tal de llevar algo de comer a su boca y a la de su familia? Y es por eso que se hace necesaria la regulación del salario mínimo, la prestación por desempleo, la indemnización por despido o la limitación de la jornada laboral máxima, para evitar la explotación de aquellas personas que se ven obligadas a aceptar cualquier trabajo por sus penosas circunstancias económicas.
Pero no es suficiente con eso, porque para que exista libertad es imprescindible tener las necesidades básicas cubiertas, porque de lo contrario siempre existirá coacción ante la posibilidad de no tener qué comer o donde dormir. Y por ello, desde aquí reclamo la necesidad de sumar a otros servicios básicos casi universalmente cubiertos en nuestro país, como son la educación o la sanidad, la necesidad de implantar una renta mínima básica y universal, que garantice el acceso a manutención y alojamiento a todas las personas. Y mientras eso no esté cubierto, nadie podrá hablar de libertad y acuerdos libres entre aquellos que poseen los medios de producción y quienes no tienen más que su fuerza de trabajo.
Sé cuál es la siguiente pregunta, y todo esto, ¿cómo se paga? La solución es sencilla, el estado deberá implantarlo y el dinero se obtendrá en el momento en que se lleve a cabo una reforma fiscal progresiva, donde pague más el que más tiene y no el que más trabaja, y donde las rentas del capital no tributen menos, sino más, que las rentas de la clase trabajadora. Porque la labor del estado no es beneficiar o contentar a los poderosos y las grandes empresas como se nos vende día tras día, sino garantizar el mejor nivel de vida posible al conjunto de la ciudadanía.
Y por eso mismo, por la misma naturaleza del estado, debe intervenir socialmente en la economía, es más, debe dirigirla y orientarla al bien de la clase trabajadora, y por ello, el socialismo es la única alternativa para que la libertad real exista. Porque el capitalismo no es ni será nunca más que la libertad para que una clase se imponga a otra. Es decir, la libertad de la clase que tiene la propiedad de los medios de producción de imponerse sobre la clase trabajadora. Y por mucho que se maquille, o parches que se le pongan, el capitalismo está orientado a ese objetivo, y lo único que se puede conseguir es que se note más o menos esa imposición, pero nunca desaparecerá mientras no se acabe con el sistema que provoca la opresión de la clase trabajadora.

martes, 29 de marzo de 2011

Citando a Einstein


Haciendo una excepción a la línea habitual del blog, en esta entrada voy a limitarme a citar un artículo que Albert Einstein hizo en su día, que he leído hoy y me parece de gran interés.

"La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. (...)

El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. (...)
Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males, el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales."
Albert Einstein, Why Socialism?


miércoles, 23 de marzo de 2011

SI a la Lucha


Vivimos en la actualidad una situación complicada para la clase trabajadora. No por la crisis, que es algo propio e inherente al sistema capitalista que Marx ya preveía en sus “anticuados” análisis. Es una situación complicada porque a raíz de la situación económica se están llevando a cabo numerosas medidas en todos los países occidentales que, con la escusa de una salida a la crisis, buscan reducir todos y cada uno de los derechos que los y las trabajadoras habíamos conquistado durante el siglo pasado.
En España se pueden poner como ejemplo la Reforma Laboral (que permite en la práctica el despido libre y supone la precarización de todo el mercado de trabajo), la Reforma de las Pensiones o la supresión de impuestos que gravan a aquellos que más tienen (Impuestro sobre el Patrimonio e Impuesto de Sucesiones). Pero medidas de este tipo llevan adoptándose durante muchos años, desde los 80 en que Reagan y Tatcher enarbolaron la bandera del neoliberalismo (que no es ninguna teoría nueva, sino la mismas teorías del capitalismo puro recogidas por Adam Smith hace más de dos siglos y que se habían suavizado tras demostrarse equivocadas con crisis como la del 29). Y es que desde que Felipe González llegara al gobierno hemos visto como se vendía todo lo público primero (empresas como Telefónica o Iberia), luego como se pagaban colegios concertados en lugar de invertir ese dinero en la mejora del sistema educativo público, con Aznar vimos otro intento de Reforma Laboral en la misma línea que la actual aprobada por el PSOE, y ya con el gobierno actual se aprobó la ley 15/97 que permite la gestión privada de servicios públicos como la sanidad, con la cual gobiernos del PP y del PSOE han privatizado numerosos hospitales y centros de salud empeorando las condiciones de los pacientes, la situación laboral de los y las trabajadoras y aumentando las listas de espera.
Con todos estos antecedentes, no se puede argumentar que las medidas que se están llevando a cabo en la actualidad sean medidas contra la crisis, sino que responden a una intensificación de las decisiones a favor del capitalismo salvaje. Y es que aprovechando como escusa la necesidad de respuestas que la ciudadanía exige para acabar con la actual situación de crisis, los políticos, da igual que sean del PP o del PSOE, se han aprovechado miserablemente y han hecho reformas, sí, pero no para mejorar la calidad de vida del conjunto de la ciudadanía, sino para que las grandes fortunas, los banqueros, los mercados y, en definitiva, los más privilegiados de nuestra sociedad no vean reducidos sus beneficios, sino que los incrementen a costa de los y las que se levantan cada mañana para ir a trabajar o ir a hacer cola a la oficina del INEM.
Todo esto no se puede entender de otra forma que como un ataque desde las clases privilegiadas hacia la clase trabajadora (incluyendo en esta a trabajadores autónomos y pequeños empresarios que trabajan en su empresa), y como ya he expresado antes, es un ataque que lleva produciéndose durante décadas pero que ahora, ante la débil situación de los y las trabajadoras debido a la crisis, se ha intensificado a niveles que no se vivían desde la aparición del Estado del Bienestar, y que ha cogido por sorpresa y desarmados a aquellas organizaciones que debían estar al frente de la resistencia. Y esta situación de desarme, producida por la complacencia de todos y todas tras décadas de conquistas sociales de la clase trabajadora y ante la aparente tregua y prosperidad que nos brindaba el capitalismo, ha ocasionado que cada una de las organizaciones que deberían luchar contra los ataques reaccione de una manera distinta para intentar salvar aquello que teníamos, produciéndose en ocasiones decisiones tan criticables y dañinas como el acuerdo para la reforma de las pensiones entre el gobierno y los sindicatos mayoritarios. Pero ante todo esto, lo primero que debemos hacer es tomar y crear conciencia de que estamos siendo atacados, están cercenando nuestros derechos y quitándonos cosas que habían llevado siglos de lucha conseguir. Y ante esto, ¿qué hacemos?
La única alternativa que nos queda es la lucha, nuestras armas seremos nosotros y nosotras, y nuestra voz, esfuerzo y determinación serán la munición.
Sé que parece complicado, que miramos a nuestro alrededor y nadie parece dar el primer paso, y que cuando alguien lo da, a su alrededor se alzan voces diciendo que no servirá para nada, pero el 20-M en Madrid vimos como somos, al menos, veinte mil personas. Ahora hay que luchar para ser más. Los argumentos son claros, y es que la clase trabajadora no ha conseguido nunca nada sin luchar. Los derechos de los y las trabajadoras no surgieron porque un buen día los empresarios dijeran “pobrecitos los trabajadores que mal viven, vamos a darles unos días de vacaciones al año, un sueldo mayor, limitar la jornada laboral a 40 horas, cobertura sanitaria y educación para todas y todos, además de darles una pensión de jubilación a partir de los 65 años “. Todos los derechos que hemos disfrutado y nos están quitando poco a poco fueron conseguidos por aquellos y aquellas que lucharon a pesar de que parecía imposible conseguirlos, y en una situación de desprotección aún mayor que la actual.
Y es que la lucha de clases no terminó nunca, sólo parecieron ceder durante un tiempo en sus altas pretensiones para clamar por la “paz social” y crear en la conciencia colectiva un pensamiento de que la lucha de clases era algo de otra época, que en la actualidad todas las personas formábamos parte de la clase media y por tanto estábamos en un sistema próspero y cuasi perfecto. Y casi todo el mundo lo aceptamos sin darnos cuenta que para que exista una clase media, debe existir una clase alta y otra baja, aunque a la primera se nos vendiera que cualquiera podíamos llegar a pertenecer y a la segunda se la escondiese en los países explotados del tercer mundo.
Pero ahora, en esta difícil situación, hay que darse cuenta de que la lucha de clases es un concepto actual, que nunca ha dejado de existir porque nunca hemos llegado a un sistema en el que todos y todas seamos iguales, que ni siquiera la democracia es tal cosa cuando aquellos que gobiernan hacen las leyes bajo el dictado de los mercados y sin escuchar la voz de la ciudadanía, y que las leyes permiten que los banqueros y especuladores del ladrillo hayan obtenido beneficios enormes durante muchos años y ahora, en lugar de pagar las consecuencias de la crisis que su libertad de actuación ha producido, socializamos las pérdidas y es la clase trabajadora quien sale perdiendo.
No podemos permitir que esto siga así, debemos luchar para recuperar aquellos derechos perdidos y conquistar muchos otros que aún no habíamos logrado. Estamos en una lucha en la que actualmente sólo pelea uno de los bandos. Es hora de salir a la calle y gritar:
- NO a la dictadura de los mercados y el capital
- SÍ a la democracia real
- NO a las guerras imperialistas
- SÍ a la lucha de la clase trabajadora frente a los capitalistas
Y tengamos en cuenta que ganar parecerá complicado, pero si no luchamos ya habremos perdido y tendremos que explicar a las generaciones futuras por qué no defendimos y luchamos cuando pudimos por aquello que era nuestro.

martes, 22 de marzo de 2011

NO a la Guerra



Ha empezado la invasión de Libia... ¿Por qué?

Según quienes la apoyan, por muchos y justificados motivos que se resumen en los siguientes: Gadafi es un dictador y está atacando a la población civil de Libia. Suponiendo que dichas acusaciones fueran ciertas, sigo sin comprender el porqué de la intervención militar. ¿Es Gadafi el único dictador en el mundo? ¿Por qué no se actúa contra países como Arabia Saudí? ¿Dónde están los países que atacan a Libia cuando Israel lanza ataques contra Gaza? ¿Y cuando Marruecos hizo lo propio con el Sáhara?

La respuesta a estas preguntas se relaciona directamente con mi anterior entrada, y es que no es casualidad que se actúe siempre contra países que tienen gobiernos no afines a EEUU, y que además poseen algo que el sistema capitalista necesita (al igual que pasó con Irak, Libia tiene importantes yacimientos de petróleo). Igualmente, tampoco es casualidad que se hagan oídos sordos y ojos ciegos ante agresiones que se vienen produciendo durante décadas por parte de Israel o Marruecos, que curiosamente tienen regímenes fieles y amigos de Estados Unidos.

Porque esta no es una guerra para salvaguardar a la población civil de Libia, esto no se hace por defender los derechos humanos, y se están produciendo víctimas civiles en Libia. Y es que esta no es una guerra humanitaria. No hay ninguna invasión humanitaria.

Esta invasión se hace con un objetivo claro: el petróleo. El mismo motivo que hoy sabemos todos que había para la invasión de Irak hace ocho años, aunque se nos vendiesen otros como la maldad del tirano Sadam Husseín, la existencia de armas de destrucción masiva o la intención de llevar la democracia a ese país. Exceptuando las armas de destrucción masiva, que ya sería demasiado, dichos argumentos son curiosamente parecidos a los de esta vez... ¿será casualidad? No lo creo.

Por eso ahora, como entonces, debemos volver a gritar bien alto: NO A LA GUERRA. Y debemos gritarlo bien alto, una y otra vez, para ver si al menos el gobierno de Zapatero es capaz de escucharlo y recordar que en otro tiempo ellos también llevaban la bandera del "NO a la Guerra", aunque claro, eran los tiempos en que se ponían la careta de partido de izquierdas y enarbolaban también las banderas contra los recortes sociales del PP... pero esos tiempos ya han pasado la verdadera cara del PSOE está saliendo a la luz, con una política completamente de derechas, defendiendo el SÍ a la guerra, a los banqueros y, en definitiva, a todo aquello que huela a dinero. Pero el gobierno no está sólo en esto, cuando de invadir países en busca de tesoros se trata, el PP y todos los grupos parlamentarios a excepción de IU y BNG no tardan en subirse al carro, tengámoslo en cuenta.

sábado, 5 de marzo de 2011

Descubriendo la democracia

La definición de democracia que viene en el diccionario de la RAE es la siguiente: "Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado". Siempre he pensado que para que esto suceda sería necesario un sistema en el que las personas pudieran tomar decisiones directamente, y que los gobernantes, elegidos también por los y las ciudadanas, se encargaran de llevar a cabo aquello que las personas decidieran.

Sin embargo, desde bien pequeño, a uno no tardan en enseñarle que la democracia no consiste en eso, sino en votar cada cierto tiempo a nuestros y nuestras representantes, ya sea en los ayuntamientos, las comunidades autónomas, a nivel estatal o incluso europeo. Y al votar, pues ya estás eligiendo y es una democracia.

Pero cuando creces un poco y empiezas a leer periódicos, ver las noticias en la televisión y todas esas cosas, te das cuenta de que el resto de países no son todos democráticos, sino que hay otros sistemas muy malos y en los cuales la gente vive muy mal, que son las dictaduras. Hasta hace pocos, dos de las mayores dictaduras y más malignas que existían según los medios de comunicación eran Cuba y Venezuela. ¿Por qué son dictaduras? Pues siempre me han dicho que en Cuba porque no hay elecciones y si piensas distinto que los que mandan te matan o vas a la cárcel, y en Venezuela porque aunque la gente puede votar resulta que amañan los recuentos o compran los votos para que gane el dictador.

Además, en los últimos meses, hemos descubierto que mucho más cerca de nosotros, en Egipto y Túnez resulta que llevaban décadas gobernados por dictadores malignos y no nos habíamos dado cuenta. En los medios de comunicación no se decía nada, nuestros gobernantes que negociaban a menudo con ellos tampoco lo sabían, y es más, resulta que los partidos políticos de estos señores pertenecían a la misma coalición internacional que el PSOE.

Si sigues investigando te das cuenta que hay muchos países que no tienen elecciones, o las tienen amañadas como se dice que Cuba y Venezuela, y que jamás son señalados como dictaduras (Arabia Saudí, Marruecos), e incluso algunos de ellos son considerados democracias abiertamente a pesar de no dejar presentarse a las elecciones a partidos de ciertas ideologías, como en muchos países de Europa del Este en que los partidos comunistas son ilegales.

Es más, si uno sigue buscando información, descubre que en Cuba sí hay elecciones, que no sólo no te matan o encarcelan por estar en contra del gobierno, sino que te puedes presentar tranquilamente a las elecciones. Además, también uno descubre que en Venezuela, Hugo Chávez no amaña las elecciones, ya que en algunos casos las pierde y en otros hay observadores neutrales que garantizan el correcto funcionamiento del sistema electoral.

Pero entonces, ¿en qué se diferencian las dictaduras de las democracias? ¿Por qué hay países que son considerados dictaduras aún teniendo elecciones como en España, y otros son considerados democracias a pesar de no permitir ciertas ideologías? Después de pensar un tiempo, me dije, ¿cuál es la mayor democracia del mundo? Estados Unidos, por supuesto, es el "país de las libertades", allí donde da igual que se amañen unas elecciones o que salga presidente el candidato que menos votos obtiene, que seguirá siendo una democracia. Y resulta, qué casualidad, que esos países que son considerados dictaduras malignas son aquellos que siguen una política contraria a EEUU y a sus intereses capitalistas e imperialistas. Mientras tanto, países como Egipto o Túnez, así como Marruecos, Arabia Saudí o Colombia, que actúan como aliados de EEUU o la UE, y que permiten a las grandes corporaciones de estos países saquear a su población, resulta que no son puestos en duda y algunos de sus gobernantes son recibidos con honores en democracias como la nuestra.

Ante esto, no me queda más que cambiar la idea que yo tenía de democracia, y concluir que democracia es aquel sistema político que consiste en defender los intereses del capitalismo y de las grandes corporaciones de EEUU y sus aliados. Mientras que dictaduras son todos aquellos sistemas que luchan contra ello, y da igual que el pueblo tenga derecho a opinar, votar o decidir, eso es lo de menos.

lunes, 17 de enero de 2011

PSOE y PP, la misma mierda es

Como puse en la primera entrada de este blog, milito en Izquierda Unida, y por ello creo que sobra decir que es para mí la mejor opción política. Tendría infinidad de razones para argumentarlo, como ser la única alternativa con cierto peso a nivel nacional claramente de izquierdas, la única que se ha opuesto rotundamente a las políticas neoliberales y que además propone una salida alternativa y diferente a la crisis, de forma que no la paguemos las mismas personas de siempre, y que por cierto no la hemos provocado.

Sin embargo, no es el objetivo de esta entrada. El objetivo de esta entrada es reflexionar sobre las diferencias entre las políticas aplicadas por el PP y el PSOE cuando han estado en el gobierno, y ver si realmente se trata de dos fuerzas contrapuestas como siempre se nos traslada, o por el contrario no es más que el mismo perro con distinto bozal.

En materia económica, lo primero que hay que ver es que ambos partidos han optado continuamente por las privatizaciones de empresas y servicios públicos, y que llama la atención las quejas del PSOE en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, contra el gobierno de Esperanza Aguirre por privatizar la sanidad cuando la ley que le permite hacerlo es una ley de ámbito nacional que aprobó el gobierno de Zapatero.

Del mismo modo, con las últimas reformas y recortes, el gobierno del PSOE no está haciendo más que llevar a cabo todo aquello que el Partido Popular lleva pidiéndole ya un tiempo, como el recorte de prestaciones sociales y de las ayudas a los más desfavorecidos/as, aumento de las ayudas a los grandes empresarios y reducción de impuestos a las empresas y a los ricos, a la vez que se suben impuestos como el IVA que pagamos todos y todas por igual, acompañado del recorte de los derechos de los y las trabajadoras, así como la reforma de las pensiones para beneficiar los fondos de inversión privados para regocijo de los grandes bancos.

En materia internacional, la verdad es que tampoco encuentro grandes diferencias entre el PP y el PSOE. En las elecciones europeas, por ejemplo, no hubo ningún tipo de debate sobre cuestiones a nivel europeo, y para colmo el candidato al que ambos apoyaban era el mismo. Puede pensarse que el PSOE con eso de la "alianza de civilizaciones" y retirar las tropas de Irak no sigue una política pro-USA como la que seguía el PP, pero hay pruebas que desmienten esta teoría como el hecho de que España siga apoyando a EEUU en Irak, el apoyo a Marruecos o Israel a pesar de los genocidios cometidos contra el Sáhara o Israel, el incremento del gasto militar, la venta de armas a países en guerra...

En cuanto a la política sobre inmigración, tampoco encuentro grandes diferencias, puesto que las últimas leyes puestas en marcha por el PSOE son bastante restrictivas, las condiciones en los CIE's (Centros de internamiento de extranjeros) son dignas de verdaderos campos de concentración como los de la Segunda Guerra Mundial, y se sigue tratando de culpabilizar a los más desfavorecidos de la inmigración ilegal que sólo buscan salir de la pobreza, en lugar de al sistema imperialista que explota sus países, o las mafias que les engañan, o los empresarios españoles que los contratan en condiciones ilegales para ahorrarse dinero aprovechándose de su situación.

Por último, alguien me dirá que el PSOE aprobó los matrimonios homosexuales, o que puso en marcha la ley de dependencia. Pero ni lo primero sirve por sí solo para definir una diferencia sustancial entre los dos partidos, ni lo segundo es cierto puesto que la Ley de Dependencia no contenía una memoria económica que la dotase de recursos, por lo que su aplicación ha sido totalmente imposible de llevarse a cabo.

Por todo esto, considero que el PSOE a nivel nacional es tan de derechas como el PP, lo cuál queda demostrado con los hechos y sólo con mirar a quien trata de defender con sus "soluciones" a la crisis, nada más que a los mercados, a los bancos y a los grandes empresarios, olvidándose de las personas de a pie y de todas aquellas familias que no tienen para llegar a fin de mes.

Muchos dirán que las bases del PSOE no tienen el mismo pensamiento que las directivas, lo cual puede ser cierto, pero la realidad es que estas mismas bases no han mostrado su descontento ante la pésima gestión de su gobierno, y si lo han hecho internamente, está claro que no les han hecho caso y la democracia interna del PSOE debe ser más bien escasa. O a lo mejor, muchos de los que piensan de manera contraria a la dirección del PSOE se callan para así poder optar a un empleo por aquí, o un asiento por allí, lo cuál me parece aún más digno de ser denunciado.

Como conclusión, creo que esta política de la derecha más dura que el PSOE está llevando a cabo, sin intentar siquiera matizar o disimularla con el discurso, debe ser fuertemente castigada por todos y todas aquellas ciudadanas que se consideran a sí mismas de izquierdas, y que creen en un mundo más justo y que otra forma de hacer política es posible. Y no pido ya el voto para IU, aunque creo que es la mejor opción, sino que me limito a luchar porque todos y todas aquellas hartos de los dos partidos mayoritarios y de derechas, como son PP y PSOE, vayan a votar y lo hagan por otras opciones distintas, que hay muchísimas en el panorama aunque no tengan apenas presencia en los medios de comunicación, porque el voto útil no es votar a aquellos que más votos reciben, ni tampoco no ir a votar, sino votar a un partido cuyas ideas se acerquen a las tuyas.

lunes, 27 de septiembre de 2010

¡Huelga, huelga, huelga! ¡Huelga general!

El 29 de Septiembre de 2010 tendrá lugar una Huelga General. No será la primera y espero que tampoco la última. Sin embargo, me parece una convocatoria de vital importancia. ¿Por qué? Sobran los motivos, y en este artículo expondré uno de ellos.

La democracia no consiste únicamente en depositar una papeleta cada cuatro años y dar poder absoluto durante los siguientes cuatro años a quien mejor nos ha mentido. Sino que la democracia consiste en que los gobernantes hacen lo que los ciudadanos quieren y necesitan. Y cuando los gobernantes no lo hacen, los ciudadanos deben demostrarles que no lo van a aceptar. Y esa forma de protesta dentro de nuestro sistema jurídico, no es otra que a través de las manifestaciones y de las huelgas.

¿Quién está contento con la política llevada a cabo por el gobierno de Zapatero y el PSOE? Pocas personas. Es cierto que el gobierno del PP con Rajoy a la cabeza sería aún peor (aunque yo a veces lo dudo viendo las políticas de ultraderecha que está llevando a cabo ZP en cuanto al capítulo económico se refiere...), pero el miedo rara vez conduce a nada, y el miedo al PP no hará más que convencer al PSOE de que si quiere gobernar no tiene más que convencer a los mercados y grandes magnates que han provocado la crisis para que nos la solucionen, sea al precio que sea y con el coste para los ciudadanos de a pie que haga falta pagar, porque eso da igual, los ciudadanos son mansos y no protestan mas que en el bar, porque a la hora de votar, manifestarse o acudir a una huelga, no lo harán por el miedo al PP. Pues a mi, ahora mismo, un gobierno del PP me da miedo, pero no más que el actual gobierno. Al fin y al cabo, con el PP al menos la gente de izquierdas que hay en el PSOE, luchaba por esas políticas de izquierdas. Con el PSOE en el poder, a esa gente parece atacarles un ataque de fidelidad a unos colores, como si de equipos de fútbol estuviéramos hablando, y dejan la lucha por la izquierda a un lado para defender las políticas de derechas de su gobierno. Por eso, creo que no hay que tener miedo al PP y acudir a la huelga contra las políticas de derechas del actual gobierno.




domingo, 25 de abril de 2010

Festival por la Utopía

Lamento no haber escrito antes sobre este tema, pero apenas he tenido tiempo para hacerlo. Por eso lo hago hoy, una vez que esto ha terminado, para contar mis impresiones.

El Festival por la Utopía se ha celebrado este fin de semana del 23, 24 y 25 de Abril en el Parque Huerto del Cura de Fuenlabrada. Ha sido organizado por tres asociaciones juveniles del municipio como son Jóvenes de IU de Fuenlabrada, la Asociación Infantil y Juvenil Mejor Juntos y la Asociación Salto de Eje. Además, han colaborado el Consejo de la Juventud de Fuenlabrada, Richard Catering, la Asociación de Mujeres Saharauis y la Asociación Río de Oro.

El Festival por la Utopía empezó con una charla-coloquio sobre el Sahara en las salas del CJF. En ella participaron como ponentes una representante de la Asociacion de Mujeres Saharauis y un representante del Frente Polisario. La charla congregó a más de 30 asistentes que llenaron completamente la sala en la que se desarrolló.

Tras la charla-coloquio, tuvo lugar en la Sala "El Grito" de Fuenlabrada un concierto solidario. Los grupos que actuaron fueron "Muñecos Rotos", "Menos que Nada" y "Los Coronas 100", en este orden. Además, entre grupo y grupo tuvo lugar la actuación del grupo de baile "The Black Soul". El concierto fue todo un éxito y congregó a más de 220 personas.

El sábado 24 por la mañana tuvieron lugar una serie de actividades infantiles que organizó la Asociacion Mejor Juntos y que llenó el Parque Huerto del Cura de niños y niñas de todas las edades. Tras esta actividad, tuvo lugar una paellada solidaria a la que asistieron más de 60 personas, desbordando todas nuestras espectativas.

Tras la comida, se llevó a cabo un torneo de baloncesto 3x3 al que se inscribieron un total de ocho equipos. Y para terminar el día, tuvo lugar una batukada. Por último, el domingo 25 se ha llevado a cabo una proyección de cine por parte de Salto de Eje.

Como conclusión, quiero destacar el éxito que supone para tres pequeñas asociaciones juveniles haber sido capaz de congregar a más de 400 personas durante todo el fin de semana. Además, creemos que los asistentes acabaron muy contentos con el resultado de todas las actividades, y ya esperamos con ilusión la segunda edición en el 2011, al que intentaremos que se unan más entidades.

Para finalizar este artículo, me gustaría agradecer a todas las persona que han colaborado y participado en este Festival por la Utopía, y especialmente a todas las personas de las dos entidades de las que formo parte, como son Jóvenes de IU Fuenlabrada y Mejor Juntos, destacando por encima de todos y todas a Juan Carlos, quien ha estado pendiente de todo y de todos en todo momento.