sábado, 26 de enero de 2013

Ideas corruptas

En los últimos tiempos se han destapado en España numerosos casos de corrupción, he discutido con bastantes personas acerca de ello, y ya había pensado antes en escribir aquí, pero ha sido un artículo que he leído hoy lo que me ha hecho ponerme a ello.  En ese artículo se afirma lo siguiente: "la corrupción anida en el alma podrida de quien la ejecuta, no en las ideas que defiende". 

MENTIRA

Una persona se vuelve corrupta porque quiere tener más (sea dinero u otras propiedades). Y una persona sólo puede querer más por estos motivos: 

1- Lo necesita para vivir.
2- Considera más importante, más realizado o mejor a aquel que más tiene, y por ello aspira a tener más para ser más importante, mejor, o sentirse más realizado.
3- Es consciente de que en la sociedad actual el bienestar, la libertad y el poder dependen del dinero, y quiere tener acceso a todo eso.

La primera de las razones expuestas se puede obviar en el análisis de la corrupción, pues son pocas o ninguna las personas que tienen siquiera la posibilidad de ser corruptas cuando no tienen para vivir. Es decir, las personas que llegan a cargos con la suficiente responsabilidad como para poder ser corruptos, tienen ya sea antes de acceder a dicho cargo, o bien por el salario que se percibe en el mismo, aseguradas unas condiciones de vida suficientes como para que la razón de la corrupción no sea esa.

En cuanto a las otras dos razones, basta con echar un vistazo como para entender de donde provienen. 

La segunda razón hace mención a la base del capitalismo, que predica desde sus mismos principios que los seres humanos deben ser egoístas económicamente y desear siempre más, y por tanto la riqueza es consecuencia del mérito de quien la consigue y muestra la importancia del esfuerzo de dicha persona y el trabajo e inteligencia demostradas para conseguirlo. Es decir, se apoya en el principio de que es mejor quien más tiene, de admirar a quienes más tienen e intentar convertirse en ellos, de que hay unas personas superiores a otras en la sociedad y eso depende del poder económico de dichas personas. Y esto no es sino la postura puramente capitalista, neoliberal de la derecha, y jamás defendida por la izquierda.

La tercera razón se basa en una observación de la realidad del sistema, en las desigualdades sociales en función de la renta y de la clase social a la que se pertenece. Ante esto, sólo se pueden tomar dos posturas: luchar contra el sistema y esas desigualdades sociales (la postura de la izquierda) o aceptarlo como justo e inevitable (la postura de la derecha, del capitalismo) y querer ascender socialmente para disfrutar de las ventajas que conlleva, queriendo por tanto tener más y desembocando en cuanto se tiene posibilidad y relativa seguridad de hacerlo sin perderlo todo en la corrupción.

Así pues, tras este breve razonamiento se puede observar como sí son unas ideas concretas y además asociadas a unas posturas políticas las que llevan a que unas personas sean corruptas, porque la corrupción viene de la idea de enriquecerse individualmente, de la defensa de la propiedad privada por encima de todo, incluido el bienestar, los derechos y las oportunidades del resto de las personas, y eso sólo puede ser entendido desde las ideas de la derecha.

Sin embargo, muchos estarán pensando que si esto es así por qué se producen casos de corrupción entre las filas de la izquierda, que se producen. La respuesta es sencilla: en primer lugar hay que decir que los casos de corrupción son menores entre los partidos de izquierda (y no considero al PSOE tal cosa porque siempre que ha gobernado ha aplicado las políticas privatizadoras de la derecha, siempre que ha gobernado lo ha hecho defendiendo el sistema capitalista y por tanto sus valores, esos que llevan a la corrupción), y en segundo lugar no hay que negar que el espacio político conquistado por la izquierda lleva en muchas ocasiones a que en sus estructuras se acoplen y se hagan hueco oportunistas que en ningún caso son o pueden ser consideradas personas de izquierdas, porque ser de izquierdas o de derechas no es como ser de un equipo de fútbol que cada uno elige el que quiere sin más, ser de izquierdas lleva aparejado inevitablemente defender unos valores éticos y sociales como son la justicia, la solidaridad y la defensa de la libertad y los derechos de las personas oprimidas, y estos valores no son compatibles en ningún caso con la corrupción, al contrario que los valores de la derecha que se basan en la diferencia de clases, la superioridad de unas personas respecto a otras (ya sea por dinero, raza, religión, sexo o procedencia) y las libertades y derechos únicamente para quienes más tienen.

Acabemos con el relativismo, con el que todo es igual, con el que las ideas no importan sino la bondad o maldad de las personas, porque los actos de las personas vienen condicionados siempre por sus ideas y valores.

6 comentarios:

  1. Entiendo perfectamente lo que escribes, pero también creo que descuidas una parte fundamental del análisis: La burocracia (de la que no tiene patrimonio la derecha) Sería interesante observar los casos de corrupción de la URSS (con sus estructuras verticales de partido y demás)

    ResponderEliminar
  2. Creo que Lenin en "El Estado y la Revolución" ya habla sobre el tema de la burocracia y cuál es el planteamiento coherente respecto a la burocracia. Respecto a la burocracia en la URSS, sería discutible si esa parte es coherente con la izquierda o no, y en cualquier caso la burocracia sin estar asociada al deseo de enriquecerse no implica corrupción.

    ResponderEliminar
  3. La bondad de las personas sí importa: alguien de derechas no puede ser buena persona, sólo es bueno con aquellas personas que le interesan para ascender o a las que le une un vínculo emocional fuerte; con lo cual existe una gran probabilidad de que caiga en la corrupción. Los militantes de izquierdas de verdad, aquellos que no lo son porque es donde se han conseguido abrir paso, son buenas personas, altruistas y justas, y por tanto, no corruptibles

    ResponderEliminar
  4. ( Era por no perder la costumbre de ser puntillosa. En realidad, me parece una opinión muy acertada)

    ResponderEliminar
  5. Yo también he escrito una entrada sobre la corrupción, a ver qué te parece:
    http://despertar-de-las-palabras.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  6. Tuve una discusión el otro día sobre el tema de la corrupción, y me dí cuenta de dos cosas, más bien de dos escusas, de las que se sirve mucha gente no para defender la corrupción (faltaría más), sino simplemente para echar la vista a otro lado:

    - la escusa de "en todos los sitios hay corruptos". Que vale, es cierto, si bien es verdad, que en algunos sitios en cuanto se advierte esa corrupción se intenta castigar rápidamente, mientras que en otros simplemente se tapan unos a otros. Sólamente hay que ver cuando un caso de corrupción ha salpicado a unos partidos o a otros: en los casos en los que se trata de erradicar son los propios compañeros del "corrupto" los que le condenan y le instan a abandonar la formación y a pagar por sus actor. En los otros no solo no le castigan, sino que de repente salen otros 10 casos de corrupción vinculados a ese, los cuales sacan otros 10,...

    - la escusa de "si tu pudieras ser corrupto, también lo serías". Pues mira, no. Primero, porque mi objetivo en la vida no es tener poder, ni ser rico. Necesito dinero, sí, pero solo el suficiente para satisfacer unas necesidades que me proporcionen cierto bienestar y me satisfagan ciertas in quietudes culturales, de ocio,... Vamos, lu justo, lo que cualquier persona debería adquirir. No necesito más, no necesito corromperme por así decirlo para ser feliz.

    Nada más, buen post.

    ResponderEliminar