Mi regalo de cumpleaños

Es mi cumpleaños. Sí, hoy. Realmente no le veo excesiva gracia a lo de celebrar el cumpleaños. Entiendo que lo celebren los padres, porque en su día debió parecerles una excelente noticia lo de tener un hijo o hija, ¿pero uno mismo? Si ni siquiera nos acordamos de ese día... Y ya exigir al resto de nuestra gente que recuerde la fecha, pues oye, si seguro que ningún amigo andaba por allí. Bueno, dejo de desvariar, y voy al grano. El caso es que en los cumpleaños se tiene la costumbre de regalar a la persona que los cumple. Pues bien, este año voy a pediros un regalo.

 
Os voy a pedir que miréis a vuestro alrededor, a las personas de vuestro entorno, ya sean las más cercanas o aquellas en las que andando por la calle ni siquiera se repara. Os voy a pedir que os fijéis en esas personas y tratéis de imaginaros cuales pueden ser sus problemas en estos tiempos que corren. Os voy a pedir que intentéis sentir de verdad lo que pueden estar sintiendo por dentro esas personas, quienes se quedan sin vivienda, quienes no pueden permitirse pagar la comida de sus hijas, quienes son incapaces por más que lo intentan de encontrar un lugar donde trabajar, donde deslomarse cada día para llevar un mísero salario a casa que no llega ni de lejos a los mil euros al mes, quienes no son capaces de pagar las tasas que les exigen por estudiar en la universidad pública, quienes les despiden tras años de duro trabajo porque la empresa no tiene para pagarles a pesar de que sus directivos cobran verdaderos pastizales...

Tras esto, os voy a pedir que reflexionéis sobre cuál puede ser la solución a esos problemas. No los parches, no la caridad, sino la solución. No la solución para una de las personas, ni para dos, sino para el conjunto de la mayoría trabajadora. Aunque parezca imposible, pensad en la solución, imaginadla, soñadla, eso os pido. Y ahora abrid los ojos y preguntaros de verdad, ¿por qué no es posible? ¿Por qué resignarse a no cambiar este sistema que nos oprime a tantas personas? ¿Por qué no podemos vencer la mayoría a una minoría que se lucra de nuestro sudor y sangre? 

¡LUCHA!

Ese regalo quiero.