jueves, 7 de marzo de 2013

Hasta siempre, comandante!


Hace dos días de la muerte de Hugo Chávez, y creo que no podía pasar sin escribir una entrada en este blog acerca de este suceso de gran importancia a nivel internacional. He leído bastante acerca del tema, y encuentro dos posturas, la de aquellos que ven esto como una oportunidad para que Venezuela vuelva a ser lo que era antes de que él llegara, y la de aquellas personas que lloran la muerte de Chávez como símbolo de lo que Venezuela es hoy en día. Entre esas dos posturas se articula el discurso, y se hace de muchas maneras, dándole muchas vueltas para al final tratar de convencer a las demás de que se inclinen por una u otra postura. Voy a intentar ser objetivo en esta entrada, y analizar la situación lo mejor que sea capaz.

En primer lugar me voy a centrar en la situación de Venezuela, y por supuesto de venezolanos y venezolanas, porque considero que en cualquier proceso, por encima de cualquier cosa, de cualquier teoría y dogma, están las personas. Antes de que Hugo Chávez ganase las primeras de las muchas elecciones que ganó, la situación de Venezuela había sido siempre la de una colonia de las diversas potencias a nivel mundial, ya fuera España cuando era parte de su imperio, o Reino Unido y Estados Unidos desde su independencia, como bien describe Eduardo Galeano en su libro "Las venas abiertas de América Latina". En los años 80 y 90 en Venezuela se vive en una situación de inestabilidad total (para ejemplo sirva el "Caracazo" en 1989), y de pobreza aún mayor, pues los ingresos de una de las mayores potencias petrolíferas del mundo no servían a los intereses de la mayoría de la población venezolana, sino a incrementar la desigualdad y la riqueza de la gran burguesía venezolana, así como, sobre todo, de las grandes multinacionales extranjeras. En esa situación, además, se suman las duras políticas que impone el FMI que aplican innumerables recortes, subidas de servicios públicos, aumento de precios y bajada de salarios (no se si nos suenan un poco esas recetas en España, por cierto), con lo que la situación se vuelve insostenible a nivel social (no sólo en Venezuela, sino en el conjunto de América Latina como demuestran episodios posteriores en países como Argentina o Uruguay). Y así, en esa situación, llega Hugo Chávez al gobierno tras ganar las elecciones de 1998.

Bajo el gobierno de Hugo Chávez, se rompe con las políticas del FMI y se inicia un indudable proceso democratizador, que tiene como eje la redacción de una nueva constitución. Como ejemplo de este proceso valgan un par de datos, como son la convocatoria de tres referéndums en apenas dos años del primer gobierno, y el convocar nuevas elecciones en Venezuela antes de que acabase su primer mandato. En su segundo mandato Hugo Chávez se enfrenta decididamente con las grandes empresas de su país y tiene en la oposición a la patronal, la cúpula de la iglesia y las grandes potencias extranjeras debido a la realización entre otras cosas de la Reforma Agraria y la Ley de Hidrocarburos, que quitaban poder a aquellas minorías que lo habían concentrado en las décadas anteriores. Eso conlleva el golpe de Estado de 2002, dirigido desde la oposición por los grandes empresarios y medios de comunicación, que es derrotado gracias al inquebrantable apoyo popular.

Desde el golpe de Estado, el gobierno de Hugo Chávez ha continuado avanzando en un contínuo proceso de revolución democrática, ganando proceso electoral tras proceso electoral, convocando varios referéndums (e incluso perdiendo uno). Resultan significativas al respecto de la democratización las declaraciones de Jimmy Carter (ex-presidente de EEUU y fundador del Centro Carter que en  manifestaba ciertas dudas allá por el año 2000 sobre los procesos electorales en Venezuela), que años después afirmaba que con las mejoras del sistema introducidas por Chávez el de Venezuela era el mejor sistema electoral que él había conocido (significativo viniendo de alguien cuyo centro se dedica a observar procesos electorales).

Además de esto, hay numerosos datos de organizaciones internacionales que reflejan lo que ha significado la política de Chávez, por un lado la reducción imparable del índice de pobreza y por otro el incremento de la tasa de alfabetización son dos de los más significativos, y que reflejan una orientación de las políticas en favor de aquellas personas que menos tienen y en contra de aquellos que más tenían, como refleja que la oposición a Chávez sea encabezada por las grandes fortunas y empresas venezolanas y extranjeras.

Pero además, saliendo de Venezuela, Chávez ha sido el impulsor de una serie de alianzas en América Latina que han posibilitado la independencia de muchos otros estados de las políticas dictadas por el FMI, y salir poco a poco a esta región de un estado de dependencia económica total y absoluta de Estados Unidos, que se traducía en una situación casi colonial. Todo esto, ha posibilitado así mismo una estabilidad en la zona como pocas veces antes había tenido.

Inevitablemente, se podrán hacer críticas al gobierno de Hugo Chávez, pues podía haber sido más radical en sus políticas y emprender un camino más decidido hacia el socialismo, podía haber sido más simpático o políticamente correcto, y seguramente podría haber hecho cosas mucho mejor, pero sus logros están ahí y creo que es justo valorarlo, así como ser capaz de diferenciar críticas con sentido y críticas que provienen de  medios y sectores con importantes intereses comerciales y económicos en Venezuela, y que demuestran además importarles una mierda lo que sufra o padezca el pueblo, ya sea en Venezuela, España o Afganistán, con tal de quedarse con todo el pastel, y más ahora que en España estamos sufriendo brutalmente las consecuencias de los intereses de esa mafia económica y financiera que intenta (y muchas veces consigue) doblegar gobiernos y postrarlos ante sus intereses.

Por todo ello, soy de los que, precisamente por ser objetivo, llora la muerte de Hugo Chávez y desea que el pueblo venezolano siga con la revolución democrática ya emprendida y pueda algún día hacer que esta se convierta en una revolución socialista.

3 comentarios:

  1. Sólo decir que la revolución bolivariana es en sí socialista.

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  2. Pero aún no ha llegado al socialismo, es a lo que me refiero.

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  3. ¡Buen repaso! Si es una verdadera revolución democrática ( para mí es redundante, pues sin democracia,hegemonía cultural e implicación del pueblo no es una revolución real,sino un espejismo impuesto) , superará la muerte de Chávez y continuará con paso firme. Abajo los personalismos en los movimientos revolucionarios; arriba el ejemplo de valentía y fortaleza moral de este SEÑOR.

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