viernes, 8 de marzo de 2013

Calla y escucha

Imagen de Cvbaratas, en su blog

Ya es 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, y quería escribir algo con motivo de este día, pero al hacerlo me di cuenta de que no era necesario. No es necesario porque en realidad hay muchas mujeres que ya hablan sobre ello, cada día, y precisamente el problema es quizá que los hombres no nos callamos, y al no callarnos no somos capaces de escucharlas. Por eso, he decidido simplemente hacer eco de la voz de un par de compañeras de lucha.

La primera es Oli, que escribe en su blog lo que sigue:
Me di cuenta, con el paso del tiempo, de que solíamos ocupar los márgenes en el patio del cole. De que, a partir de los 8 o 9 años empezaba a estar mal visto enfangarme en la arena tras haber jugado un partido de fútbol o a fuga.
Ya en la ESO me di cuenta de que mi cuerpo y mi placer podía ser un espacio público. Empecé, desde entonces y como quien no quiere darse cuenta, a apretar el paso cuando volvía sola a casa de noche. Y a ponerme deportivas y a escuchar a mi madre decirme "no vuelvas sola" o "ten cuidado" antes de cerrar la puerta.
Cuando entré en la universidad, me di cuenta de que tenía que elevar el tono de voz un poco más de lo normal si quería, además de ser oída, ser escuchada. Incluso oí algún comentario que preguntaba qué tipo de relación tenía con tal profesor, porque me tenía en estima.
A lo largo de mi corta vida vi qué tipo de trabajos desempeñan unas y otros, y por qué en los mismos puestos a los unos les sonaban más los bolsillos que a las otras. También presencié, lejos o cerca, escenas de celos que acababan en portazos, en golpes en la pared y en muerte.
Según me iba dando cuenta, empecé a mirar a un lado y a otro, y empecé a ver a otras mujeres.
Fue entonces cuando entendí que no es azar, ni destino, sino consecuencia planeada.
Fue entonces cuando comencé a verlo todo más morado.
La segunda es Cvbaratas, que escribió también en su blog lo siguiente:

Dias de luchaPuedo ser más yo que tú,
y más tu que nadie.
Puedo no ser nada, y todo,
pero no quiero.
Puedo abrir la puerta de la mente,
aunque prefiero luchar con mis propias manos,
puedo gritar un día rodeada en la calle,
puedo, pero no nos confundamos:

Lucho los días uno y cinco de cada mes,
para que tu respetes lo que yo he sentido
lucho los martes pares, y algún jueves,
para que no olvides que una violación no es cumplido.

Lucho cada domingo contra un cura,
que me cura de espanto con sus escritos,
lucho contra una iglesia que me quema,
cojo la antorcha y quemo yo, más es delito.

Y las denuncias falsas que pusieron,
mujeres muertas en manos de “sus hombres”
sus nombres, sin testigos y en la sombra,
lucho todos los viernes, para que no se borren.

Y tu, mujer, portadora de vagina,
lucha el 8 de marzo con todas tus ganas,
que las que luchamos el resto del año,
cuando ganemos no os reprocharemos nada.
Porque a veces, y cuando se habla de feminismo mucho más, es necesario que los hombres nos callemos un poco y escuchemos a las mujeres. Y yo, ya he hablado bastante al respecto.

2 comentarios:

  1. Gracias, compañera, por mostrarte en la lucha junto a nosotras sin hablar por nuestras bocas y llevando nuestra voz.

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  2. Eso es, nuestros compañeros debéis callar,escucharnos, acompañarnos en el camino y hacer de altavoces de nuestras voces que cuentan con el potente tono emocional de quien sufre esta cuestión día a día en sus propias carnes.
    Grandes textos ambos

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