domingo, 18 de marzo de 2012

#29M Que sientan ellos el miedo

Esta entrada es la segunda entrada de la serie "Especial Huelga General del 29M". Aquí quiero hablar de uno de los que creo debe ser el objetivo de la huelga general, así como de las acciones que lleve a cabo la clase trabajadora en el futuro.

Por puede parecer obvio que el objetivo de la huelga debe ser parar la reforma laboral, que ciertamente lo es, pero no debe ser el único porque los ataques a la clase trabajadora son muchos y serán aún más si entre todos no invertimos la tendencia. Si echamos un vistazo al pasado, podemos observar como las épocas en que el capitalismo ha sido menos voraz en Europa, la clase trabajadora ha logrado conquistar más derechos, ganar más terreno y vivir algo mejor, ha sido cuando la clase dominante ha tenido miedo a perder sus privilegios, bien por la existencia de la URSS que hacía un fuerte contrapeso al capitalismo y/o por la lucha de los y las trabajadoras. Sin embargo, llegado un momento, en países como Estados Unidos con el gobierno Reagan, o en Reino Unido con Tatcher, la clase burguesa decidió utilizar sus armas para atacar a los y las trabajadoras organizadas, y de esta forma, que el miedo cambiase de bando. Desde entonces, la represión, la propaganda neoliberal y la caída de la URSS han supuesto una pérdida de poder de la clase trabajadora, y con ello, la desaparición del miedo en la clase dominante que ahora, cuando no teme a nada, se ha desatado para recuperar todo lo que los y las trabajadoras conquistaron hace décadas, porque ahora el miedo lo sentimos nosotros y nosotras: miedo a no encontrar trabajo, a ser despedido, a no llegar a fin de mes, a perder la vivienda...



Esto ha hecho que en las pasadas elecciones, más de diez millones de personas confiasen en la extrema derecha del PP (y más de seis confiaran en la otra pata del sistema bipartidista, muchas de ellas precisamente por miedo a un gobierno del PP, obviando que el PSOE era más de lo mismo) y su afinidad con los grandes empresarios temiendo que de no contentar y dar lo que necesitan a los grandes capitalistas, estos siguieran despidiendo trabajadores y trabajadoras, limitando la fluidez del crédito y especulando con bienes de primera necesidad como la vivienda. Creo que a estas alturas, sólo unos meses después de las elecciones, ha quedado demostrado que la voracidad y avaricia de la clase dominante no conoce límites, que por más concesiones y ayudas que se han hecho, siguen exigiendo más y más, y que les da igual tener mayores beneficios (basta para comprobarlo echar un vistazo a los resultados de 2010 y 2011 de las empresas del IBEX-35) porque siguen despidiendo y dejando en la miseria a millones de trabajadores y trabajadoras, porque cuanto más paro y miseria exista, mayor es la necesidad de trabajar y menor el salario exigido. Pero entonces, pensará alguno, ¿no hay solución? Sí, la hay, la solución es luchar y hacer que la clase capitalista vuelva a sentir el miedo a que la clase trabajadora se rebele, es decir, empezar a atacar.

Porque la única forma de que la huelga del 29M, y otras muchas que se produzcan con reivindicaciones de la clase trabajadora cumplan sus objetivos es conseguir que quienes dirigen el sistema, así como sus partidos políticos y medios de comunicación afines, sientan el miedo y respeto que merecen quienes verdaderamente crean riqueza en una sociedad: los y las trabajadoras.

Por todo ello, pido que al menos por un día, el 29 de Marzo, dejemos nosotros y nosotras el miedo y el pesimismo de lado para, conjuntamente, usar TODAS las armas que tenemos a nuestro alcance para que sean quienes juegan y se lucran con nuestra miseria los que sientan de verdad el miedo.



Porque la verdadera violencia es tener casi seis millones de desempleados y desempleadas, dejar en la calle a miles de familias o permitir que se haga negocio con la sanidad, la educación y el agua.

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