Yo lo veo y no lo creo,
lo creo y no lo entiendo,
lo entiendo y sí que siento,
y al sentirlo también pienso.
Pienso que ni siquiera siente.
Siento que ni siquiera piensa.
No llora ni tampoco sueña,
ni tan siquiera mira hacia el problema,
pues tan sólo importa un tema:
obedecer con gusto a quien ordena.
Siento que ni siquiera piensa.
Pienso que ni siquiera siente.
Incapaz, por supuesto, ni de razonar
el agente empieza a golpear.
Le mueve el poderoso y el cobrar
como el instinto mueve al animal.
Es arma en manos del poder
que mañana el pueblo va a vencer.
Pueblo que sueña, siente, piensa y llora.
Pueblo que sabe: llegará su hora.
brutal!! me ha encantado Sergio.
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