A por la Tercera: Por necesidad, justicia y libertad.

El pasado 14 de Abril se cumplió el aniversario de la proclamación de la Segunda República en nuestro país. Sin embargo, la mayoría de actos y manifestaciones que se produjeron no estaban destinados a rendir homenaje a esa Segunda, sino a reivindicar un proceso constituyente que desemboque en la proclamación de la Tercera República. Y hablo de proceso constituyente porque no se trata simplemente de quitar de la Constitución la parte que habla del Rey, sino que debe consistir en una reforma más amplia y profunda que nos haga avanzar en libertades, justicia social y, sobre todo, democracia.

Porque la realidad es que la Constitución actual no ha sido votada por ninguna de las personas que hoy cuentan con menos de 50 años. Además, la Constitución de 1978 se realizó en un determinado contexto, tras 40 años de dictadura fascista, y teniendo la vuelta a dicho régimen como única alternativa. Considero que en la actualidad, tras más de 30 años y con la experiencia vivida, se puede y debe realizar un proceso constituyente que involucre a toda la ciudadanía y mejore ostensiblemente nuestro sistema democrático, haciéndolo más justo, participativo y abierto, garantizando las libertades y, sobre todo, las condiciones adecuadas para que todas y todos los ciudadanos puedan ejercerlas.